Tres bebés muertos --dos gemelos de seis meses y otro de un año--, dos menores heridos de gravedad --de dos y ocho-- y otras cinco personas heridas también pero de levedad fue el saldo que arrojó ayer el incendio de un edificio de tres plantas en la localidad turolense de Torrecilla de Alcañiz, a 161 kilómetros de la capital. Todas las víctimas formaban parte de la misma familia, de origen ecuatoriano, compuesta por una madre, sus siete hijos, la abuela y la tía de los pequeños. El padre, de nacionalidad española, falleció durante la pasada Navidad en accidente de tráfico. El incendio de una cortina provocado por una estufa podría ser el origen del fuego.

A las diez de la mañana, hora en que empezó la tragedia, había 10 personas dentro de la casa. Los tres hermanos fallecieron por inhalación del humo, según el el jefe de bomberos de la Diputación de Teruel, Carlos Martín, ya que, al ser rescatados, sus cuerpos no presentaban quemaduras y sí tenían un color amoratado. Según su testimonio, los bomberos encontraron "un infierno" cuando llegaron al edificio de tres plantas. Tras apagar las grandes llamas que quemaban el primer piso, hallaron, en la tercera planta, a los bebés fallecidos.

Refugiado bajo la cama Los tres yacían encima de la cama inconscientes. Un cuarto menor, de dos años, refugiado bajo la cama, respiraba, aunque con dificultad, al ser rescatado, pero se hallaba consciente. Tras ser trasladado a Zaragoza en helicóptero, fue ingresado en estado grave en la uci del hospital infantil de la capital aragonesa.

Una de sus hermanas, de 12 años, y que sufrió los efectos directos del fuego, fue también transportada a la capital aragonesa e internada en la Unidad de Quemados del Miguel Servet, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 15 por ciento de su cuerpo. Por la tarde fue intervenida quirúrgicamente.

Fuentes del Gobierno de Aragón señalaron que dos mujeres --la madre de los niños, de 31 años, y la tía, de 57-- y una niña de ocho años resultaron heridas por inhalación de humo. La abuela, de 67, y otro de los menores fueron rescatados ilesos. Estos últimos menores fueron rescatados por un vecino de la localidad, pertrechado con un tractor y una pala de obra, que permitió que pudieran salir por una de las ventanas.

La tragedia conmocionó a la localidad turolense que, en un pleno extraordinario celebrado por la tarde, decretó tres días de luto. Una vecina explicó que la familia se había integrado perfectamente: "Es gente muy amable, sobre todo la madre, que es una persona muy atenta".

El inmueble, según esta vecina, "era un vivienda de pueblo bastante vieja" y la familia vivía en ella "desde hace un año". Tras la muerte del padre en diciembre, la madre, Silvia del Pilar A. A., recibía ayudas sociales porque ahora no tenía trabajo. De los siete hijos, cuatro de ellos llegaron en el último año desde Ecuador, mientras que los otros tres --entre ellos los gemelos fallecidos-- nacieron ya en España.

Visita oficial El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, visitó a Silvia en el hospital donde se encuentra ingresada. Iglesias también pudo cruzar algunas palabras con uno de los niños ingresados. Las administraciones aragonesas acordaron facilitar una vivienda en la misma localidad a la familia afectada por el incendio.

Más allá de las fronteras españolas, y dado el origen de las víctimas, el suceso tuvo un amplio eco en Ecuador. Su ministra de Exteriores, María Fernanda Espinosa, expresó su "profundo pesar" por el fallecimiento de los niños. Está en Madrid para presidir el homenaje a los ecuatorianos aesinados por ETA.