Los tres cayucos que llegaron ayer a Canarias dejaron en las islas a 230 inmigrantes irregulares, entre ellos una mujer y una veintena de menores de edad. Mientras, la Guardia Civil interceptó a siete magrebís y mayores de edad a bordo de un patera que navegaba cerca de la isla de Alborán. Fueron trasladados al puerto de Almería.

El presidente de la Asociación Catalana de Residentes Senegaleses, Mawa Ndiaye, advirtió ayer a sus compatriotas que viajan en cayucos que la vida en España "no es fácil", que es difícil hallar trabajo y que no se dejen seducir por "expectativas que no son reales".