Tres de cada cuatro agentes de la Guardia Civil (el 75,77%) se pasarían a la Policía Nacional, y la mitad de ellos alega como razones fundamentales para ese cambio el régimen disciplinario del instituto armado y su carácter militar.

Son las conclusiones de una encuesta que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el cuerpo, ha realizado entre los agentes para pulsar su opinión después de que el Ministerio del Interior haya propuesto en el proyecto de ley de personal de la Policía una "pasarela" para que puedan acceder a ella agentes de otras fuerzas de seguridad, entre ellas la Guardia Civil.

Aunque no figuraba en el texto inicial del proyecto, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, incluyó 'in voce' a la Guardia Civil en esa "pasarela" al defender en pleno del Congreso la iniciativa.

Y porque fue lanzada de "improviso" y "sin contar previamente con las asociaciones profesionales", la AUGC quiso realizar una encuesta entre 1.300 guardias afiliados (el 86,88 por ciento guardias de base, el 9,5 % cabos y el resto oficiales y suboficiales) y a cuyos resultados ha tenido acceso Efe.

Del total de encuestados, 982 agentes, es decir el 75,77%, han respondido afirmativamente a la pregunta de si se plantearían la posibilidad de pasar a pertenecer a la Policía Nacional.

El régimen disciplinario del instituto armado es una razón "muy importante" que argumentan 650 agentes para pasarse a la Policía, mientras que para 614 el motivo primordial es el carácter militar.

Un total de 529 guardias marcó como razón "muy importante" las diferencias existentes entre el régimen disciplinario de ambos cuerpos y 525 la prohibición de sindicación en la Guardia Civil.

Sin embargo, las retribuciones, que en general son más bajas que en otros cuerpos, ocupan el séptimo lugar en cuanto a la razón más importante para cambiar de cuerpo.

Hay otros 314 encuestados que prefieren seguir en la Guardia Civil. Un tercio de ellos alega como razón más importante para quedarse el destino, mientras que los otros motivos que se expusieron -retribuciones, pabellones, carácter militar, régimen de personal, medios disponibles o promoción profesional- apenas son citados por una cincuentena de agentes.

Llama la atención, según subraya la AUGC, que una parte significativa de los guardias que no manifiestan su deseo de utilizar la "pasarela" son aquellos "cuya edad de jubilación está próxima".

Para la AUGC, los resultados de la encuesta son "altamente reveladores" del "descontento" de los agentes, lo que debería hacer "reflexionar" a los responsables de la Guardia Civil.

Sobre todo, añade, porque el sondeo revela que trabajadores "comprometidos con la seguridad de sus conciudadanos" desearían abandonar el cuerpo, "no por cobrar más dinero, sino por eludir el sistema represor que el régimen disciplinario y la aplicación del Código Penal Militar ejerce contra sus derechos laborales y ciudadanos".

La asociación resalta la "frustración generalizada" de los agentes y asegura que en pleno siglo XXI "no piden otra cosa que ser considerados ciudadanos de primera categoría".

Demandan, afirma la AUGC, que "no tengan que hacer su trabajo sometidos a una casta abusiva y dictatorial y que sientan que ellos también pueden vivir y ganarse su sustento bajo las mismas reglas democráticas de sus vecinos". "Los resultados de la encuesta son un grito en exigencia de esos derechos", concluye.