Les ofrecían trabajar como canguros y, al llegar a Girona, les obligaban a prostituirse. Los Mossos d´Esquadra han detenido a una pareja de origen rumano y a una vecina de la ciudad que regentaba un prostíbulo porque supuestamente amenazaban a jóvenes, algunas menores, y les forzaban a practicar sexo contra su voluntad a cambio de dinero. Tenían sus pasaportes, se quedaban con las ganancias y les advertían de que, si no hacían lo que ellos querían, las agredirían a ellas y a sus familiares.

La policía autonómica se enteró de estas actividades hace pocos días, pero los presuntos implicados actuaban, por lo menos, desde octubre. Giovanni Relu I., de 32 años, y Ancuta B., de 20, cobraban 600 euros a las jóvenes por el viaje desde Rumanía con la falsa promesa de un empleo como cuidadoras de niños en Girona. Al llegar, les obligaban a prostituirse en el piso de la pareja y, luego las llevaban a la casa de Noemí, donde debían hacer lo mismo.

Una de las tres rumanas se quedó embarazada en octubre, cuando todavía era menor. Según la policía, los detenidos lo descubrieron cuando estaba en la semana 18 de gestación y, contra su voluntad, la llevaron a un centro médico privado a abortar. Sólo tres días después la forzaron a prostituirse otra vez.