Una niña de 13 años que estudia primero de la Educación Secundaria Obligatoria en el Instituto Virgen de la Encina de Ponferrada fue agredida hace una semana por tres compañeras, de su misma edad, que le causaron rotura de la tibia, el peroné y el tobillo de la pierna derecha. La niña, que se recupera en su casa tras ser ingresada en el hospital, no quiere volver a clase porque teme que se repita lo sucedido. Sus padres han presentado una denuncia en la comisaría y el hospital llevó al Juzgado de Guardia el parte médico que certifica las lesiones.

La agresión ocurrió el 25 de octubre, cuando la adolescente fue objeto de insultos y burla en el recreo. Al salir del instituto a mediodía, las tres compañeras implicadas siguieron a la niña, que cargaba una mochila. La insultaron, le estiraron del pelo y la empujaron, relató más tarde la agredida, provocándole que cayera de espaldas al suelo, de donde ya no se pudo levantar. Pidió auxilio, y dos hombres que pasaban por el lugar la recogieron y la llevaron a una cafetería, donde dos médicos que se encontraban en el establecimiento la atendieron antes de trasladarla al hospital. Las tres compañeras se fueron corriendo.

NO TENIAN A NADIE MAS El motivo de la agresión, según explicó la niña al Diario de León , fue casual. "Me pegaron porque no tenían a quien vacilar, según las palabras que ellas me gritaban y que no se me van a olvidar nunca", declaró la niña. Hace dos años, la víctima se llevaba muy bien con dos de las agresoras, según señaló. "Supuestamente, eran mis amigas", dijo. Pero todo cambió cuando llegó la tercera miembro del grupo al instituto quien, presuntamente, convenció a las otras para que recelaran de la ahora lesionada.

Al parecer, las agresoras venían intimidando a la lesionada desde hacía una semana. El origen de esa actitud, según la versión de la afectada, pudo estar en la advertencia lanzada en el aula por el tutor de clase, que dijo que si alguien se sentía acosado no dudara en darlo a conocer. Ese comentario pudo dar pie a que las agresoras --que la habían amenazado si hablaba-- pensaran que había explicado al profesor lo que estaba sufriendo, prosiguió la niña. "Yo no le dije nada al tutor", aseguró.