NACIMIENTO MALAGA, 1962

FORMACION LICENCIADA EN DERECHO

TRAYECTORIA FUE CANDIDATA A LA ALCALDIA DE MADRID EN EL 2003, SECRETARIA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL PSOE Y SECRETARIA DE ESTADO PARA RELACIONES CON IBEROAMERICA

Trinidad Jiménez ha debutado al frente de Sanidad con aplausos y algunos pitos. En su primer mes como ministra, hasta el PP ha aplaudido su gestión de la alerta sobre la gripe A. Pero muchos expertos no conservadores desaprueban la venta de la píldora poscoital sin receta.

--¿Ha sido excesiva la alerta ante la gripe A/H1N1?

--Hemos activado el plan recomendado por la OMS. La situación está controlada, pero debe mantenerse el plan de prevención y reacción, que ha evitado un contagio mayor.

--¿Antes del verano nos habremos olvidado de la gripe?

--Es difícil saber cómo evolucionará el virus, pero los ciudadanos pueden estar tranquilos.

--¿Ha sido difícil coordinar a todas las autonomías?

--El nivel de coordinación ha sido perfecto, muy eficaz, extraordinario. Tengo que agradecérselo y felicitarles. Se ha demostrado el buen funcionamiento del Estado de las autonomías en el ámbito sanitario.

--¿En qué medida cree que incidirán la reforma de la ley del aborto y la venta libre de la píldora del día siguiente sobre la abultada cifra anual de abortos, que supera los 120.000?

--La salud sexual y la prevención de los embarazos son prioritarios en la ley. Adoptamos una estrategia, que se revisará cada tres años, para prevenir embarazos. Esperamos que con la nueva estrategia de salud sexual (acceso a los métodos anticonceptivos, campañas para el uso del preservativo, facilidad de acceso a la píldora poscoital) se reduzcan los embarazos no deseados y los abortos en un 20%. Así ha sucedió en Francia.

--Eso es muchísimo, unos 22.000 abortos menos...

--Sí. Queremos hacer hincapié en la prevención y en la formación en materia de salud sexual.

--¿Cómo se resolverá la objeción de los médicos? ¿Haciendo un registro?

--No es necesario hacer un registro. Tenemos en la sanidad pública suficientes profesionales que garantizan el derecho a la objeción del que lo desee y la posibilidad de que la mujer se acoja a su derecho. Queremos garantizarlo en los hospitales públicos o centros concertados.

--Los expertos critican la dispensación de la píldora poscoital sin receta por ineficaz.

--Es una medida más para prevenir embarazos no deseados. El método más eficaz, barato y que protege de contagios es el preservativo. La píldora es para casos de urgencia y como tal debe ser utilizado. La decisión de venderla sin receta persigue evitar la desigualdad existente entre distintas comunidades autónomas. En 10 se administran gratis, incluso los fines de semana. En el resto, no.

--¿Prevé eliminar la receta para otros anticonceptivos y que los pague el sistema nacional de salud?

--Es distinto. La píldora está prevista para situaciones de urgencia, una o dos veces en la vida, pero en los anticonceptivos hormonales no se puede eliminar la receta porque se toma durante periodos largos, lo que exige control médico. La cobertura pública entraña gastos y, de momento, no se puede asumir ese coste. Quizás en el futuro.

--¿Apoya la instalación de expendedores de condones en los institutos?

--En los centros públicos ya se hace. Respecto a los escolares, el problema es que hay que considerar las edades. Lo más importante no son las máquinas. Primero, la educación sexual, luego ya pensaremos si se instalan.

--¿Prevé en esta legislatura endurecer la ley del tabaco, como han hecho 10 países de la UE y piden siete consejeros, para vetarlo en bares y otros lugares públicos cerrados?

--No la endureceré. No es el momento de ello, sino de exigir su cumplimiento real a todas las autonomías. No lo tenemos previsto. Nuestra ley supuso un paso social importantísimo para prevenir del uso del tabaco, invitar a dejar de fumar y liberar espacios públicos del humo. Fue una muy buena ley. Hay que ser conscientes de que solo por legislar no cambiamos hábitos o culturas.

--Los médicos dicen que la actual ley se ha quedado corta, no protege a los no fumadores y menores, y discrimina al millón de empleados del ocio.

--Soy consciente de que muchas personas no han visto colmadas sus expectativas, pero hay un millón de españoles que han dejado de fumar y también hay espacios libres de humo. Todo esto entraña un cambio social y cultural brutal, y lleva tiempo. Tiene que ir acompañado de campañas para que la gente interiorice que fumar mata: a 55.000 personas al año.

--De las cuales, 5.000, según los médicos, son fumadores pasivos; es decir, mueren a causa del tabaco que ellos no fuman.

--Yo no he fumado un pitillo en mi vida. Es difícil encontrar espacios pequeños donde no se fume, pero se ha avanzado.

--¿La decisión de no cambiar la ley obedece al temor a perder votos, a la crisis económica...?

--No tiene nada que ver. Es una cuestión de trabajar con eficacia y con los instrumentos que tenemos.

--¿Retomará el fracasado proyecto de su antecesora, Elena Salgado, para evitar el consumo de alcohol entre los menores?

--No. Hubo un mal planteamiento de la ley desde el principio. Lo importante es hacer campañas dirigidas a los jóvenes y adolescentes para prevenir el alcoholismo.

--Los expertos critican la permisividad publicitaria con el alcohol.

--No lo veo así. Esa industria también hace campañas de uso responsable de su consumo.