El transbordador Endeavour ha entrado hoy en órbita terrestre tras un exitoso, pero cinco veces postergada, despegue para iniciar una misión de 16 días a la Estación Espacial Internacional (EEI).

El lanzamiento se ha llevado a cabo tras disiparse la amenaza de tormentas y lluvias torrenciales en la zona del Centro Espacial Kennedy (Florida), que el martes obligaron a demorar el lanzamiento por quinta vez.

"El Endeavour ha partido", dijo el control de la misión en el Centro Johnson de Vuelos Espaciales de la NASA en Houston (Texas).

Durante el lanzamiento, las cámaras del tanque externo han detectado el desprendimiento de varios trozos del tanque externo y al menos uno de ellos ha golpeado la estructura de la nave.

En un cielo limpio

Sin embargo, en una conferencia de prensa William Gerstenmeir, administrador adjunto para operaciones espaciales de la NASA, ha asegurado que esto "no es un problema". "Probablemente sean daños en la pintura, no fisuras profundas", ha aclarado.

El lanzamiento del Endeavour se produjo a las 22.03 GMT, tal y como estaba previsto en un cielo limpio.

Una situación similar reinaba en Zaragoza y Morón (España) y en Istres (Francia), designados como puntos de descenso en caso de que fuera necesario abortar la misión.

Además del aplazamiento del sábado, el domingo y el lunes por las malas condiciones del tiempo, la misma medida tuvo que tomarse en dos ocasiones a mediados del mes pasado.

De no haberse realizado hoy el lanzamiento, la misión habría tenido que aplazarse hasta finales de mes para no coincidir con la llegada a la EEI de una nave no tripulada rusa que lleva vituallas y equipos para los ocupantes del complejo que gira a unos 385 kilómetros de la Tierra.

Revisión del escudo térmico

Inmediatamente después de ingresar en la órbita, los astronautas han comenzado a hacer los preparativos para la rutinaria revisión mañana del escudo térmico de la nave, con el objeto de determinar la gravedad de los daños que habría producido el desprendimiento del tanque externo.

Para ello utilizarán el sistema de sensores de la nave instalado en su brazo robótico y las cámaras instaladas en las alas y el morro del Endeavour.

Las imágenes serán revisadas por los expertos en Tierra, que si advierten problemas ordenarán una nueva revisión el próximo lunes, antes del acoplamiento del Endeavour a la EEI.

Examen meticuloso

El objetivo de ese meticuloso examen, que se ha hecho rutinario en las misiones de los transbordadores, es detectar desprendimientos de las losetas aislantes que pudieran haber hecho impacto en la estructura principal de la nave.

La misión STS-127 de los transbordadores tiene como objetivo completar la instalación del laboratorio científico japonés Kibo en el curso de cinco caminatas.

Durante esas actividades extravehiculares (EVA), cada una de las cuales durará alrededor de 6,5 horas, los astronautas del Endeavour instalarán, además, una plataforma para experimentos científicos que requieren la ingravidez del espacio.

Alimentos para los residentes

El transbordador también lleva materiales de repuesto para la estación, alimentos, agua y oxígeno para los seis residentes permanentes, así como baterías para sus paneles solares que los astronautas deben instalar en dos de las cinco caminatas previstas.

En el Endeavour viajan siete tripulantes, que se unirán a los seis actuales ocupantes de la estación, lo que convierte ese encuentro de 13 navegantes espaciales en el más concurrido en la historia de la exploración espacial.

Otro de los propósitos de la misión es traer a la Tierra al astronauta japonés Koichi Wakata, quien regresará tras una estancia de tres meses en el orbitador, y dejar en su lugar al estadounidense Tim Kopra.