THtay mucha bici, mucho niño, un canal que parece medio belga y cinco gitanos señoritos que sentencian con la seguridad de quien viste chaleco negro y le tintinean diez llaves en el cinturón. Hay una señora serena y canosa que lee a Henning Mankell junto al Jerte y una dama gruesa que pontifica: "Como Felipe, te digo yo que no lo ha habido ni lo habrá". Pasa un caballero con perrito y una pareja llena de urgencias que se palpa desbocada. Cuatro sesentones caminan deprisa y una moza hace jogging . La diferencia entre el jogging y la prisa es que lo primero exige un top , un body , un culotte y una cinta en el pelo mientras que para andar basta un sombrero de mimbre.

En el campo de fútbol, hay partido. El árbitro es bajito, bien alimentado y bigotudo, pero tiene chispa y autoridad, sobre todo autoridad. Una placentina de toda la vida convierte el parque de La Isla en Hyde Park, se desviste, se queda en bañador y se pone a tomar el sol a mitad de mayo. Cruza un gañán con radio y con argumentos: "Los que beben cerveza de jóvenes, luego se quedan enanos". Ríe el agua, palmotean los alisos y la muchacha del jogging se para, hace flexiones y en cada alehop enseña un tanga fucsia que desquicia La Isla: los que andaban, se detienen, el árbitro se desentiende de lo que pasa en el área, en las bandas y en el centro del campo, el de la cerveza se queda sin argumentos y las beatas, asombradas, reaccionan con presteza y aceleran sus jaculatorias. ¡Qué divertido es venirse a Plasencia y tumbarse en La Isla!.

*Periodista