El turismo, una de las principales industrias españolas, está inmerso en la peor racha de su historia. El producto interior bruto (PIB) del sector, según los cálculos de sus empresarios, va a contraerse el 5,6% este año. La tasa es más de dos puntos superior a la que se estima que caerá el conjunto de la economía. Y supondrá que por vez primera se registren dos ejercicio seguidos con descensos (1,6% en el 2008).

El panorama parece desolador, pero se atisban, si no brotes verdes, sí "pequeños brotes de esperanza", según la asociación empresarial Exceltur. "Parece, según diversos indicadores, que se ha frenado la caída libre en que estaba el sector y parecería que hemos tocado suelo, aunque podrían llegar algunos dientes de sierra", afirmó ayer José Luis Zoreda, su vicepresidente ejecutivo. Exceltur estima que el PIB turístico ha pasado de caer el 7% en el primer trimestre a descender un más moderado 6,6%, en el segundo. La confianza de los empresarios del sector ha mejorado también moderadamente. Y para el periodo comprendido entre julio y septiembre, augura una caída del PIB del 5,7%.

DEMANDA INTERNA La leve mejoría se debe a la propia crisis. Los españoles, que suponen el 50% de la actividad turística, han optado por hacer viajes por el país. La demanda española ha pasado de caer el 12% en el primer trimestre a ceder el 6% en el segundo, mientras que los viajes al exterior siguen bajando de forma intensa (17% menos de pagos en el exterior). Eso sí, su impacto en los ingresos está siendo limitado. Los españoles hacen menos viajes, más cortos y gastan menos. "Se están agilizando las ventas de última hora, pero ello no lleva consigo una mejora de los beneficios porque se están aprovechando de las grandes rebajas que se han impulsado para incentivar la demanda", apuntó Zoreda. "La guerra de precios impera en el sector", apostilló Oscar Perelli, director de estudios de Exceltur.

AGOTADO / Los ingresos provenientes del turismo extranjero descendieron el 12,3% entre enero y marzo, y el 11,5% entre abril y junio. Los descensos son los mayores de entre todos los competidores europeos y norteafricanos de turismo de sol y playa.