Los países de la Unión Europea (UE) se pusieron hoy de acuerdo en una nueva legislación con normas comunes mínimas sobre el retorno a sus países de origen de los inmigrantes irregulares, tras superar más de dos años de diferencias.

El último punto de discordia, sobre la garantía de asistencia jurídica para los indocumentados, se cerró con una solución salomónica por la que esa ayuda legal se ofrecerá en función de las normas de cada país comunitario, según dijeron fuentes diplomáticas. El texto pactado por unanimidad entre los embajadores de los Veintisiete ante la UE debe ser aún aprobado por el Parlamento Europeo, donde le espera un debate muy arduo, antes de su aprobación final por los ministros de Justicia e Interior a comienzos de junio.