Los países miembros de la Unión Europea deberían costear, según el Tribunal de Justicia de la UE, los gastos de los pacientes de sus servicios públicos de salud que, forzados por largas listas de espera, decidan seguir tratamiento en otro estado europeo. En una sentencia que sienta un importante precedente, el tribunal de Luxemburgo falló ayer a favor de Yvonne Watts, una inglesa de 75 años impedida que, después de esperar durante meses una doble prótesis de cadera, optó por operarse en Francia.

La paciente reclamó más tarde al Servicio Nacional de Salut (NHS) el gasto de la intervención, que ascendía a 5.700 euros. Ante la negativa de las autoridades sanitarias a realizar el reembolso, comenzó una batalla legal, en la que el Tribunal de Apelación en Inglaterra, que sigue teniendo la última palabra, terminó pidiendo consejo al tribunal de la UE.

Según el tribunal, si se supera el plazo de tiempo "médicamente aceptable con arreglo a la situación y a las necesidades clínicas", los estados "están obligados" a financiar la intervención en otro país de la Unión.