Todos los vehículos que salgan de fábrica a partir del 7 de febrero de 2011 tendrán que incorporar un dispositivo especial de alumbrado diurno que deberá activarse automáticamente al arrancar el motor del coche y desactivarse cuando el conductor encienda las luces normales, según la directiva aprobada ayer por la Comisión Europea. El objetivo de estas lámparas será mejorar la visibilidad, aumentar la seguridad en las carreteras y reducir el consumo energético.

Las luces solo serán frontales, se pondrán en marcha nada más girar la llave de contacto y tendrán una intensidad menor que los faros normales. A partir del 2011 tendrán que llevarlas incorporadas todos los coches y pequeñas furgonetas, una obligación que se extenderá a los camiones y autobuses a partir de agosto del 2012.

"Hará más visibles a los vehículos, lo que mejorará la seguridad vial y nos ayudará a hacer realidad nuestro objetivo de reducir los accidentes en las carreteras europeas, además de lograr una mayor eficacia energética", afirmó ayer el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Industria, Gunther Verheugen. Según los estudios utilizados por Bruselas, sistemas como este permitirán reducir entre un 3 y un 5% los accidentes mortales en Europa. Su eficacia energética también será positiva, ya que consumirán alrededor del 25% de lo que gastan los faros normales.

En algunos Estados miembros como Dinamarca, Suecia y Finlandia, la normativa nacional ya exige el encendido diurno de las luces. En otros como Italia, Polonia y Holanda es obligatorio encenderlas por el día en algunas carreteras, en las ciudades y en determinadas épocas del año.

En España, la Dirección General de Tráfico se planteó hace dos años obligar a los automovilistas a circular todo el día con las luces de corto alcance. Sin embargo, visto el riesgo que la medida tenía para los motoristas --reduce su visibilidad-- Tráfico optó por congelarla. Las motos son los únicos vehículos obligados a llevar siempre las luces.