La Unión Europea (UE) acordó ayer proponer a los demás países industrializados unos nuevos objetivos de reducción de la emisión de gases contaminantes para el periodo posterior al 2012, que podrían alcanzar un recorte superior al 60% de las emisiones en el 2050. Los actuales compromisos del protocolo de Kioto para combatir el efecto invernadero que causa el cambio climático cubren sólo hasta el año 2012. La decisión refuerza el liderazgo internacional de la UE en la necesidad de apostar seriamente por esa reducción.

El Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE, tras complejas negociaciones entre los Veinticinco, acordó proponer una reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y demás gases contaminantes de entre el 15% y el 30% en el 2020 con relación al nivel de 1990. El objetivo para el 2050 sería lograr una reducción de entre el 60% y el 80% respecto a 1990.

La presidencia luxemburguesa de la UE logró vencer las resistencias de los países opuestos a la cuantificación de los objetivos para después del 2012 mediante el compromiso de que esos objetivos tendrán, de momento, un carácter sólo indicativo. El texto acordado califica esos objetivos de "sendas de reducción".

España apoyó el acuerdo tras lograr que se incluyera una referencia a que el futuro marco será "flexible y equitativo", con una distinción por países en función de sus "responsabilidades diferenciadas y sus capacidades respectivas". La presidencia de la UE, derrotó a la Comisión Europea, que se oponía a fijar por el momento nuevos objetivos.