Asimple vista puede parecer un muñeco más, una lámpara, un cinturón de adelgazamiento, una plancha o una moto para niños. El problema llega cuando caen en manos inexpertas, porque pueden convertirse en verdaderas armas contra la salud y la seguridad de niños y adultos. El año pasado la Unión Europea identificó 924 productos de consumo a los que puso la etiqueta de "peligrosos", un 32% más que en el 2005. Casi la mitad de ellos, según el balance presentado ayer por el Ejecutivo comunitario, procedían de China.

Las notificaciones fueron presentadas al sistema de alerta rápida de la UE, Rapex, una especie de lista negra que permite a los gobiernos compartir información sobre los productos peligrosos para sus ciudadanos. Según este balance, se denunciaron casi un millar de productos peligrosos. La cifra supone un considerable aumento respecto a los 701 identificados en el 2005, los 388 del 2004 y los 139 de un año antes. Una evolución que las autoridades comunitarias ven como "una buena señal" porque muestra que la vigilancia no hace sino mejorar.

DEMASIADO PEQUEÑAS El grueso de las notificaciones, el 24%, tuvieron como objeto juguetes como muñecos fabricados con compuestos químicos peligrosos y puzles con piezas demasiado pequeñas que los niños fácilmente pueden tragar. Los aparatos eléctricos, como calentadores y planchas cuyo plástico se deshace por completo, contabilizaron el 19% de los casos, mientras que los vehículos de motor, entre ellos motos y quads para niños, recibieron el 14% de las quejas.