Los restos mortales de Sandra Domecq reposan en el panteón familiar del cementerio de Jerez de la Frontera (Cádiz), muy cerca de sus padres, Bertrán y Ana Cristina. Numerosos familiares y amigos de Jerez, Sevilla y Madrid quisieron acompañar desde primera hora a sus cuatro hijas, Alejandra, Eugenia y Claudia, de su matrimonio con el cantante Bertín Osborne, y a Ana Cristina, fruto de su relación con el empresario Fernando Portillo. Cumpliendo uno de los deseos de su madre, que no quería que sus hijas se separasen, las pequeñas vivirán a partir de ahora con su hermana Alejandra y el marido de ésta, Joaquín Buendía.

Hasta el tanatorio, donde ayer se celebró el funeral religioso, se acercaron la alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo; el padre de Bertín Osborne, Norberto Ortiz; el empresario Tomás Terry y el ganadero Alvaro Núñez, así como Thomas Heinz, vinculado sentimentalmente a la fallecida.

Domecq, de 51 años, murió el viernes en la Clínica Sagrado Corazón de Sevilla, donde ingresó a principios de mes. Hacía cuatro años que la exesposa de Bertín Osborne luchaba contra el cáncer. El cantante y presentador televisivo (en la foto, ayer, con su hija Claudia), señaló que el fatal desenlace "era algo asumido por todos". J. C.