El temporal que arrancó en la Comunidad Valenciana el pasado miércoles con históricas nevadas acabó el domingo por la noche con intensas lluvias, fuertes vientos y un tremendo oleaje, una combinación que se ha engullido playas y destrozado paseos marítimos. Ximo Puig, presidente de la Generalitat, avanzó este lunes que pedirán la declaración de zona catastrófica de las comarcas más afectadas.

En la localidad alicantina de Xàbia han pasado de ver nevar en sus calas por primera vez en más de 30 años a casi ver desaparecer esos mismos escenarios cuatro días después y con ellos algunos de los paseos cercanos. En la vecina Dénia, el balance incluye varias casas de casi un siglo de antigüedad destrozadas, como ha ocurrido en Les Deveses. Olas de seis metros arrasaron muros y llegaron a casas de primera línea también en una urbanización de El Saler, a escasos 10 kilómetros de Valencia. De hecho, el sábado hubo que desalojar a dos familias. La situación se repitió al norte y toda la costa de Castellón resultó afectada y sus playas prácticamente borradas. En Almenara hubo también desalojos en primera línea y en Moncofa una pequeña embarcación acabó en el paseo marítimo. Técnicos de la Agencia Valenciana de Turisme recorrerán esta semana las zonas afectadas para valorar los daños y priorizar inversiones para que todo esté preparado para la campaña de Semana Santa.

TODAVÍA SIN LUZ

Mientras en la costa evalúan daños, en el interior a primera hora de la mañana de este lunes aún había cerca de trescientas casas sin luz en la comarca de Utiel-Requena. Así llevan desde que el pasado jueves, las nevadas y los fuertes vientos provocaran diversas averías que llegaron a afectar a más de treinta mil hogares. Iberdrola, que ha instalado 50 grupos electrógenos y hoy pondrá en marcha otros 15, da por reestablecida prácticamente la normalidad en el suministro pues asegura que la mayoría de viviendas aún afectadas no están habitadas estos días.