BARCELONA. Los últimos percebes comestibles de Galicia se saborean, desde ayer, en los restaurantes de Barcelona. Los marisqueros de Cariño subastaron la noche del miércoles el producto en la lonja de este pueblo coruñés. El mayorista Luis Pérez García (en primer término en la foto de la izquierda) consiguió 25 kilos de percebes por 1.000 euros (166.390 pesetas). Ayer, se servían en el restaurante Moritz, en la ronda de Sant Pau, negocio familiar con 61 años de historia. El restaurador decía que serán los últimos percebes que sirva en mucho tiempo.