TEtn todos los cementerios hay una tumba medio sepultada por el polvo y por el olvido con una inscripción que dice te recordaremos siempre . En la antigüedad, a los que cometían un delito mayúsculo, después de matarlos, les borraban el nombre de los archivos, condenándolos así a un olvido eterno. El tiempo ha demostrado que era innecesario. Que puede que sea corto el amor, pero el olvido es tan largo que hay ración para todos. En Madrid ha surgido una iniciativa pública para que el ayuntamiento dedique una calle al cantante Hilario Camacho , tan olvidado, y el concejal de turno, que debe tener el callejero ahíto de compromisos, ha sugerido a la comitiva que se vaya con la música a otra parte. El callejero siempre fue el último refugio de la memoria, sólo que ahora, con tanto exconcejal con hambre de gloria, los artistas tienen que elegir entre ser olvidados en vida o no ser recordados en muerte. No digo yo que todos los artistas merezcan una calle, pero es que tampoco es lo mismo escribir Cuerpo de ola o Volar es para pájaros que Opá, yo viacé un corrá . Somos campeones del mundo en fútbol y en olvido. Por pura maldad pregunté a unos muchachos de segundo de Bachillerato quiénes eran Cela, Umbral o Fernán Gómez y ninguno supo qué responder. Por darles una pista les dije que eran grandes figuras de España y me respondieron que no serán tan figuras cuando no los llama Del Bosque . Hoy se cumplen tres años de la muerte de Francisco Umbral . Su prosa, su humor, su lirismo, su modo peculiar de plantarse ante la vida y ante la literatura hicieron de España un rincón más lúcido, menos pueblerino. En los libros de texto de mis hijos ni lo nombran. Es una pena. Su obra es de una belleza que deslumbra a cualquiera que no tenga los ojos educados para el olvido.