La comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, advirtió ayer de que la crisis provocada por las inundaciones en Pakistán aún no ha llegado a su punto culminante y aseguró que la situación puede empeorar en el futuro. Georgieva, que compareció ante la comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo tras visitar Pakistán, hizo un repaso de las consecuencias de las inundaciones en el país asiático.

La comisaria recordó que el agua ha afectado a más de 17 millones de personas, de las cuales unos 8 millones necesitan ayuda inmediata. La superficie inundada es de alrededor de 130.000 kilómetros cuadrados, un área equivalente al tamaño de Inglaterra, y existen grandes dificultades para acceder a poblaciones aisladas. Las grandes prioridades, señaló, son los rescates, los servicios sanitarios y la distribución de agua potable.

"Es paradójico, pero esas personas rodeadas de agua no tienen acceso a agua limpia", dijo Georgieva, recordando que esta situación puede suponer un foco de epidemias. Una vez que se solucionen esas urgencias, la ayuda europea se centrará, entre otras cosas, en apoyar a los agricultores para garantizar que no pierdan la próxima cosecha y evitar una crisis alimentaria en los próximos meses.