Los padres están desorientados y frustrados. Uno de cada tres progenitores sienten que no educan bien a sus hijos o que no saben hacerlo, según un estudio de la Federación de Ayuda a la Drogadicción (FAD). Asimismo, uno de cada cuatro admite que las opiniones de sus hijos acaban imponiéndose y uno de cada cinco confiesa sentirse desbordado por las exigencias económicas de sus descendientes. Estos datos, según dijo ayer el presidente de la FAD, Ignacio Calderón, muestran un proceso de cambio en la familia que abordarán expertos en el congreso La Familia en la Sociedad del Siglo XXI.