La intensa caída de la siniestralidad en Semana Santa podría haber llevado al triunfalismo a los responsables de tráfico pero, en la lectura reposada de los datos que hizo ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, encontró resquicios para mitigar la euforia y estimular nuevas mejoras. "Ojo, vamos bien, pero 48 muertos aún son muchos y el 23% de los que viajaban en turismo no llevaban cinturón. Esta es una prueba de que aún nos queda mucho camino por recorrer", advirtió, bajo la satisfecha mirada del director general de Tráfico, Pere Navarro.

Si alguien duda aún de la eficacia del cinturón, basta echar mano de un nuevo dato que por vez primera ha recabado la DGT: el de los heridos graves. Frente a ese 23% de los fallecidos, solo el 4% de los heridos graves no llevaban abrochado el cinturón. Muchos de los lesionados de gravedad habrán salvado su vida gracias al mecanismo de seguridad. "Tengan por seguro que con el cinturón sus posibilidades de morir son menores", concluyó el titular de la cartera de Interior.

Las cifras de los heridos graves arrojan también otros datos interesantes. Revelan, por ejemplo, que el peligro de las motos sigue vigente, pese a que el número de muertes se haya mitigado.

TENDENCIA A LA BAJA Solo un 12% de los fallecidos eran motoristas, mientras en lesionados de gravedad el porcentaje sube al 17%. La evolución anual del número de heridos graves en el periodo de Semana Santa descubre también una acelerada tendencia a la baja, más constante incluso que la de las muertes. Si en el 2006 se registraron 590 lesionados de gravedad, el año siguiente se bajó a 471, el pasado a 365 y el actual, a 264. Unos 100 menos cada año.

Rubalcaba ofreció también los datos definitivos de muertes en las carreteras. Una vez cerrado por completo el periodo vacacional, los fallecidos fueron 48, un 27% menos que el año pasado y menos de la mitad que en el 2007, pese a que entonces se produjo el mismo número de desplazamientos, 14,7 millones.

El descenso de la siniestralidad ha sido tan intenso en el conjunto de España que el promedio diario de muertes (4,6) ha sido más bajo que en el resto del año (5,1), lo que es interpretado por el ministro como una muestra de que "la gente ha salido muy precavida a la carretera" y que ahora "el peligro está en la distracción, en la cotidianidad". Es decir, en los desplazamientos rutinarios de cada día, como al ir hacia el trabajo o a la compra.

UN ESFUERZO DE TODOS Todas las mejoras las atribuyó Rubalcaba "al esfuerzo sostenido llevado a cabo por todos en los últimos años", tanto desde el punto de vista legislativo, como en la vigilancia en las carreteras, como en la concienciación, lo que ha desembocado en que los conductores sean ahora "mucho más precavidos" y "conduzcan mucho mejor", concluyó.