Alrededor de 140.000 personas en España son portadoras del virus del VIH y sólo 100.000 reciben atención sanitaria, han indicado hoy en Alicante especialistas en esta "infección crónica", quienes han resaltado el aumento de pacientes tratados nacionales e inmigrantes que se infectan por transmisión sexual.

Con motivo del IV Encuentro Gesida "La infección VIH en España", celebrado en Alicante, el presidente de Gesida, Federico Pulido, y los jefes de las Unidades de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Alicante y La Fe de Valencia, Joaquín Portilla y José López Aldeguer, han informado sobre la situación de la enfermedad. Según los datos ofrecidos, unas 140.000 personas están infectadas en España por el VIH, aunque todos los especialistas han remarcado que esta cifra es "estimativa" por la carencia de un registro de pacientes, y han destacado que existe un grupo todavía no diagnosticado.

Portilla ha explicado que actualmente está cambiando el patrón epidemiológico de los nuevos infectados y se está aproximándose a otros países de la Unión Europea o Estados Unidos, al reducirse los afectados adictos a drogas de consumo intravenoso y aumentar la transmisión sexual. En este sentido, Pulido ha añadido que, entre los pacientes nuevos que acuden a las consultas, la tercera parte son personas no nacidas en España que se han infectado "mayoritariamente" a través de contacto sexual de riesgo. Los expertos han abogado por establecer grupos de riesgo entre la población para poder determinar estrategias específicas de prevención e incidir en estos individuos concretos.

Portilla ha criticado el retraso en el diagnóstico de infección, sobre el que ha precisado que entre el 39 y el 50 por ciento de los nuevos pacientes detectados llegan en estadios avanzados, con inmunodeficiencias y con alto riesgo de desarrollar el SIDA e incluso de morir. En su opinión, es necesario trabajar en este sentido efectuando, por ejemplo, un test de diagnóstico rápido, evitando perder a los pacientes que llegan a las consultas, sobre todo a los inmigrantes, y atendiendo especialmente a quienes tienen un perfil de riesgo. Respecto a los tratamientos, López Aldeguer ha subrayado que actualmente se vive una situación similar a la de los años 1996 y 1997, cuando la aparición de dos nuevas familias de fármacos cambió el espectro de la enfermedad hasta la actualidad.

En estos momentos se trabajan en cuatro fármacos de dos familias distintas: inhibidores de la enzima integrasa del VIH, que en breve estará en el mercado aunque ya se utiliza clínicamente, e inhibidores de entrada del virus en células "diana" del organismo. Los primeros han demostrado una "alta eficacia" al disminuir la carga viral más rápidamente y con mayor intensidad, ha explicado López Aldeguer, quien ha precisado que los tratamientos requieren el uso de dos y tres fármacos al mismo tiempo para ser más eficaces. Según los especialistas, los tratamientos para la infección del VIH, que son asequibles a la mayoría de las personas afectadas, presentan una eficacia elevada y permiten que los pacientes no desarrollen el SIDA. Portillo también se ha referido a los bebés nacidos de madres seropositivas, y ha indicado que, según un estudio presentado en el encuentro y referido a la Comunidad de Madrid, se ha reducido la tasa de infección a un 1,2 por ciento.