Cuando hace tres años Jaime Urrutia decidió iniciar una carrera en solitario, le avalaba el haber liderado uno de los grupos nacionales de mayor repercusión, Gabinete Caligari, pero los "nervios fueron terribles". Ahora, "tranquilo", el día 12 publica nuevo disco, El muchacho eléctrico .

Cuando en 2002 decidió dar el paso y lanzarse en solitario con Patente de corso (DRO) se encontró con que "no es que tuviera que empezar desde cero, pero sí desde diez, y encima tenía que dejar a un lado el sonido Gabinete para formar un estilo propio, pero cercano", explicó el músico.

"Fue duro" y los nervios le "traicionaron en más de una ocasión", incluso nada más comenzar la gira se quedó sin voz, pero ahora a tres años vista, tan sólo se lamenta de haber vendido 45.000 discos de aquel Patente de corso .

"Puede parecer una tontería, pero con 5.000 copias más sería disco de oro y tendría un trofeo en casa, que a todos nos gusta", dice riéndose, aunque "según están las cosas, vender lo vendido es todo un éxito", y a él le "pilló toda la explosión de Operación Triunfo y la peor época de piratería".

Urrutia se siente "orgulloso" de la banda que ha conseguido montar, Los corsarios, que se formó para la gira de más de cien conciertos -algunos como teloneros de Amaral- que han ofrecido en este período, pero ahora han sido con los que ha grabado El muchacho eléctrico .

Este disco hace referencia a unos versos de un amigo suyo, Eduardo Haro Ibars, "poeta maldito, tristemente fallecido". Según explica, aprovechó lo de "eléctrico", por lo del rock and roll, y lo de muchacho, porque "aunque madurito", se siente joven.