Tan rápido, tan moderno y de nuestro tiempo. ¿Ecológico? No especialmente. Se trata de Google: el buscador por antonomasia, la herramienta más usada de internet, prefiere ser más eficaz que verde. El físico Alex Wissner-Gross, de la Universidad de Harvard, ha elaborado un informe en el que sostiene que genera más emisiones de CO2 que cualquiera de sus competidores, en concreto siete gramos por búsqueda, y para que nos quedemos todos más con una imagen que con una cifra en la cabeza, ha dicho esto: dos búsquedas en Google contribuyen al calentamiento del planeta tanto como hervir agua en una tetera eléctrica.

En el caso del famoso buscador supone encender 100 millones de teteras al día, ya que --se calcula-- el promedio de búsquedas diarias en todo el mundo asciende a 200 millones. Cada vez que un usuario oprime el comando Buscar, Google, al contrario que otros buscadores, no envía la solicitud a un solo servidor, sino a todos sus servidores en Japón, Europa, China y Estados Unidos. El sistema está diseñado como una carrera, de modo que el servidor más veloz es el que proporciona la información. Pero eso, obviamente, supone consumir más energía.