TUtn futbolero en el bar de la esquina: "Ese Valdano no sirve nada más que para hablar". Me enerva que en el mundo del fútbol todo lo que suene a cultura o ciencia provoque ironía o, directamente, risotadas. Si Benito Floro introduce psicólogos en el cuerpo técnico, cachondeo... Si Valdano habla bien, desprecio. A ver si ahora con Butragueño, que sirve más que nada para estar callado, las cosas cambian. No entiendo por qué las dos fiestas nacionales, el fútbol y los toros, parecen espectáculos reñidos con la literatura y la precisión expresiva. En la última feria taurina de Cáceres, encontré en uno de los programas que se repartían hasta trece anacolutos, solecismos, faltas ortográficas y barbaridades léxicas como escribir que quienes no podían comprar entradas eran los herederos de la fortuna .

En esto de escribir y hablar nadie está libre de pecado. Yo mismo suelo recoger mis errores en las columnas para contarlos cuando hago acopio suficiente. Así, hace unas semanas escribí transijimos donde debería haber puesto transigimos, pues el verbo transigir sólo lleva jota ante o y a. Otro día puse sino fuera en lugar de si no fuera. En otro orden de errores, afirmé que la iglesia de Nuevo Cáceres era la única con cabina insonorizada para papás con bebés, cuando resulta que ya hay una en Aldea Moret. Finalmente, critiqué que el maestro Solano no tuviera calle en Cáceres. Como bien me hizo notar una amable lectora, tiene una dedicada ¡a 15 metros de mi casa! Lo dicho: más Valdanos y menos Butragueños.

*Periodista