La explosión de una furgoneta con material pirotécnico en la falla Azcárraga-Ferran el Cat²lic de Valencia estuvo a punto ayer de originar una masacre. Afortunadamente, solo causó heridas leves y crisis de ansiedad a 17 personas. Tres de los afectados, entre ellos un niño de 11 años con cortes en una pierna, recibieron atención hospitalaria. Solo un joven de 29 años fue sometido a una observación más exhaustiva por posibles daños en el oído.

La furgoneta explotó a las 12.57 horas y quedó destrozada. La onda expansiva afectó a varios coches y a los bajos de un edificio, rompió cristales de hasta un tercer piso y originó un pequeño incendio en una vivienda. La tragedia se evitó porque el operario de la pirotecnia Quiles de Torís se percató de que en el interior de la furgoneta de transporte de tracas se estaban produciendo pequeñas explosiones que amenazaban con reventar toda la carga, una cantidad de pólvora aún sin determinar pero que podría superar los 20 kilos. Este operario acababa de instalar una masclet para la falla afectada y se disponía a trasladarse a otra calle para hacer lo mismo. Pero al ver lo que sucedía, salió del coche y dio la voz de alarma.

NIÑO JUGANDO Roberto Navarro, uno de los falleros que fueron testigos de la escena, describió entre sollozos lo que ocurrió y lo que pudo llegar a ocurrir. "Había mucha gente. Salimos todos corriendo. A los niños los pusimos en un rincón y al final no pasó nada", explicó después intentando aliviar su angustia. De hecho, unos 40 niños jugaban en la calle mientras los mayores preparaban bombonas de butano para hacer una paella. En un par de minutos, los falleros tuvieron los reflejos de desalojar la calle, retirar las botellas de gas y avisar a los vecinos para que cerraran puertas y ventanas ante la inexorable explosión.

Dos horas después del estallido, Navarro seguía dando vueltas a lo sucedido. "Podía haber sido un desastre, con 50 o 100 afectados. Terrible. Podemos dar gracias a la Virgen". La alcaldesa de Valencia, Rita Barber , informó en el lugar del incidente de que entre los atendidos por crisis nerviosas está el trabajador de la pirotecnia. Barber garantizó que hablaría "con fallas y empresas" para exigirles el "estricto cumplimiento" de la normativa de traslado de material explosivo.