TEtn Extremadura no se visita a los enfermos. En Extremadura se cumple. En otros lugares sucede lo mismo, pero no son tan cínicos. "¿Pues dónde vais?", le pregunta la vecina al matrimonio y la esposa responde sin vergüenza: "Pues a cumplir, que la cuñada de una prima segunda de mi marido se ha roto un tobillo y vamos al hospital a verla". Y claro, luego llegas al hospital y con tanta gente cumpliendo, aquello parece una feria. Me da pánico caer enfermo, como a todo el mundo, pero no sé si temo más a la enfermedad o a los cumplimientos. Y es que pasas por los pasillos del hospital y ves en cada habitación a miles de personas cumpliendo (a mí me parecen miles). Además, hay quien aprovecha para estrechar relaciones con los pacientes y las familias de las otras camas y así puede cumplir con más gente y acaba visitando a los nuevos enfermos aunque al suyo le hayan dado el alta. El caso es cumplir.

Otro tipo de cumplimiento es el telefónico y allí ves al enfermo, con su dolor y su debilidad, pegado al móvil y explicándose una y otra vez como si fuera una señorita del 11824: "Le atiende el paciente fulanito, si desea conocer mi medicación, pulse uno, si le interesa la opinión de los médicos, pulse dos, si sólo pretende animarme, espere". Aunque lo más paradójico de todo es que si cumples, el paciente y su familia se acaban hartando de tanta visita, pero si no cumples, te apuntan en la lista de incumplidores y mascullan amenazas: "Ya caerá él y entonces sólo va a ir a verle su madre". Pero es mentira, acaban viniendo todos porque les encanta cumplir.