Entre tres y seis turistas españoles, según las fuentes consultadas, cuyos nombres aparecen en las listas de pasajeros del barco de recreo incendiado anoche en el Nilo, están aún por localizar tras el siniestro. No obstante, fuentes diplomáticas han advertido de que este dato debe ser tomado con "prudencia", ya que los pasajeros podrían no encontrarse en el barco en el momento del incendio.También han señalado que, en cualquier caso, estas personas no pueden darse por desaparecidas y que se están efectuando las comprobaciones necesarias para establecer su paradero. En este sentido han explicado que, hasta el momento, ningún familiar de los turistas españoles se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores para notificar la desaparición de sus allegados.Heridos hospitalizadosLos dos españoles con heridas graves por el incendio permanecen ingresados en el hospital de Edfu, mientras el resto está en hoteles de Lúxor y Asuán a la espera de formalizar su documentación.Fuentes diplomáticas han precisado que se tramita la acreditación escrita de las personas afectadas para su eventual repatriación si así lo desean, ya que sus documentos quedaron reducidos a cenizas por el fuego.Según ha informado fuentes del centro médico de Edfu, las dos personas que continúan ingresadas son un hombre y una mujer que tienen quemaduras y fracturas en varias partes del cuerpo. Han añadido que los otros 14 españoles que en principio también fueron hospitalizados han sido ya dados de alta.Un centenar de españoles viajaban en el barcoDe acuerdo con portavoces de la compañía Kampinsky, propietaria del barco accidentado del mismo nombre, el numero de españoles que se encontraban a bordo en el momento del siniestro era de un centenar.En la embarcación también viajaban entre 20 y 30 turistas italianos y al menos un par de ciudadanos mexicanos, que resultaron ilesos.El incendio se declaró cuando el barco se encontraba en la localidad de Esna, a unos 550 kilómetros al sur de El Cairo.Según han afirmado fuentes de la tripulación, la causa probable del siniestro fue un cigarrillo que prendió en uno de los camarotes del barco, construido enteramente de madera.Los tripulantes revelaron que el fuego se declaró en el piso de abajo de la embarcación, lo que permitió que la mayoría de los ocupantes se refugiaran rápidamente en el segundo y tercer piso.Un navío nuevo"Desde allí muchos saltaron a otro barco, el Radamés, que se había acercado para auxiliarlos", han recordado. "El barco tenía menos de un año y estaba nuevo. El problema fue el fuerte viento en la zona, que ayudó a la propagación de las llamas", ha contado Maifel, responsable de la agencia Galaxia Tour, que tenía algunos turistas en el crucero.Ha agregado que el Kampinsky ha quedado reducido a cenizas, en la orilla. Solo la proa no se vió afectada por el fuego".