La Congregación para la Causa de los Santos, dirigida por el cardenal portugués José Saraiva, prepara un acto para beatificar al mayor grupo de mártires de la persecución religiosa desatada en España entre 1931 y 1939 para este mismo año, según fuentes del Vaticano. La cifra de beatificados podría acercarse al medio millar, de acuerdo con las mismas fuentes, con lo que se doblaría el número de beatos españoles que son venerados por ese motivo.

Hasta ahora, el goteo de beatificaciones de mártires iniciado en 1987 con tres religiosas asesinadas en 1936 en Guadalajara alcanzó su cénit en marzo del 2001, al concederse la condición de beato a 233 mártires en un solo acto. El inventario más solvente realizado hasta ahora de víctimas martirizadas por motivos religiosos en los años de la contienda fue publicado en la década de los 60 por el hoy arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, Antonio Montero Moreno. En él se cifran los mártires en cerca de 7.000, de los que más de 4.000 eran sacerdotes y 2.400 religiosos, además de obispos, seminaristas y religiosas.

Posteriormente, el historiador y sacerdote valenciano Vicente Ortí añadió otros 3.000 integrantes de Acción Católica en un estudio que la Oficina para las Causas de los Santos de la Conferencia Episcopal Española también adopta como referencia.

El recuento de peticiones de beatificación y canonización de mártires procedentes de las diócesis españolas es por ahora una tarea imposible. La demarcación de Toledo, cuyo arzobispo, Antonio Cañizares, fue ascendido a cardenal en el primer consistorio celebrado por Benedicto XVI, lidera con ventaja la carrera de peticiones.

En una causa de las instruidas se concentran 900 víctimas. El arzobispado de Valencia se ha mostrado también muy activo en este sentido. El Vaticano se puso en contacto en el 2000 con la Conferencia Episcopal para tratar de agrupar en "cuatro o cinco grandes actos" la concesión de la santidad a los aspirantes avalados por los obispos.