La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, pidió ayer el apoyo político y financiero del Parlamento Europeo (PE) para impulsar la política comunitaria en materia de inmigración.

"La inmigración no es hoy día una cuestión de un país o de una zona de determinada, sino una tarea de todos los Estados miembros, y no ya por solidaridad o necesidad, sino por una responsabilidad compartida", dijo en una comparecencia ante la comisión de Libertades, Justicia e Interior de la Eurocámara.

Tras explicar las "debilidades" que, a su juicio, presenta la actual política comunitaria de inmigración, solicitó "la ayuda de este Parlamento y más concretamente de esta comisión, tanto para reforzar nuestra capacidad financiera para hacer frente a este reto, como para acortar los tiempos de entrega efectiva de los fondos".

Abogó en este contexto por "ligar" la política europea de ayuda al desarrollo --muy dotada financieramente, según recalcó--, con la cooperación en materia migratoria de los países origen de inmigrantes irregulares, e insistió en la importancia de que la UE mejore la "eficacia" del suministro de ayuda también en este ámbito.