El vendedor de coches de la empresa Autos Alain, que vendía vehículos de segunda mano en una parcela alquilada a Mundiauto, ha sido denunciado por 57 clientes, según ha sabido EL PERIÓDICO. 38 de estas querellas son por incumplimiento de contrato y 19 son directamente por estafa.

Durante 2 años, y especialmente durante los últimos meses, ha tejido un embrollo monumental al vender el mismo coche a diferentes personas, colocar turismos en mal estado, ejercer de intermediario en ventas de vehículos que entregaba al comprador pero que no abonaba al dueño y acumulando deudas con clientes, gestores y talleres mecánicos. Según Mundiauto y varios de los denunciantes, este vendedor es "un ludópata" que, debido a su adicción al juego, empezó a gastarse todos los ingresos y a intercambiar coches a diestro y siniestro hasta armar un lío que ahora nadie es capaz de desenredar.

EL CHARLATÁN QUE VENDE COCHES

Griselda, Montse, Eduardo, Ramon, Sara… son personas desconocidas que integran un chat de whatsapp con el nombre ‘Estafa Emelio’. Todos ellos necesitaban un coche de segunda mano y no querían tratar directamente con un particular por miedo a que el negocio saliera rana. Por eso fueron a Mundiauto, explica Montse, porque se trata de un recinto con "buena reputación" y cuyas empresas, en cumplimiento de la ley, ofrecen "un año de garantía". Así conocieron a uno de los vendedores, Emelio Díaz.

Emelio, de origen cubano, según describen las personas afectadas, es un hombre locuaz, convincente y encantador. También es "muy cabrón", en palabras de su exsuegro, Roque Navarro, el dueño de Mundiauto. Varias de las víctimas afectadas han explicado a este diario su caso:

A Griselda le vendió un Mercedes Clase A por 6.500 euros, pero el vehículo nunca cambió de nombre porque el propietario era un hombre de Rubí al que Emelio no llegó a pagar. Ahora Griselda conduce un coche que ha comprado legalmente pero que pertenece al señor de Rubí.

A Montse le entregó por 3.150 euros un Peugeot 206 en tan mal estado que se estropeó a los pocos días. Cuando amenazó con denunciarle, le prometió que lo repararía (algo que no hizo) y le dejó mientras tanto un coche de sustitución que, en realidad, era de un hombre de Barcelona. Montse ahora es propietaria de un coche inservible y tiene aparcado junto a su casa el segundo coche, que no puede utilizar porque no sabe de quién es.

"PERDÍ DOS TRABAJOS Y MI MUJER ABORTÓ"

Eduardo le compró por 3.990 euros un Megane de color gris,que ya había desaparecido de la empresa el día que fue a recogerlo. Emelio le dio otro Megane (de distinto color) por el mismo precio. A este segundo, al pasar por una banda rugosa, se le rompió el cárter y la averia requirió cambiar el motor. Emelio, tras escuchar lo sucedido, le enchufó un Renault Laguna que Eduardo no quería. Tras insistir, y al cabo de un tiempo, consiguió de Emelio un nuevo coche: un Citroen C4, cuyo motor se rompió a los dos días. Emelio le dio un cuarto coche: un Fiat Bravo que volvió a dejarle colgado por culpa de la batería. Eduardo, que trabaja de comercial, ha sido despedido en dos ocasiones porque disponer de vehículo era obligatorio para su empleo. Su mujer, embarazada, sufrió un episodio de ansiedad durante este proceso y "perdió al niño".

Sara pagó 1.700 euros por un Citroen Saxo y tuvo que gastarse más de 1.000 euros en una reparación que surgió al cabo de poco tiempo. No sirvió de mucho, en unos meses, el motor falló del todo y ahora tiene que cambiarlo de nuevo. Cuando le llegue la nueva factura, que convertirá su coche de ocasión en un vehículo más caro que si hubiera sido nuevo de trinca, presentará la denuncia policial.

COCHES QUE DESAPARECEN

Ramon quería comprarse un coche nuevo porque su Renault Clíoestaba para ir al desguace. Se lo quedó Emelio, que además le vendió por 4.000 euros un Hyundai. El nuevo coche no cambió de nombre y el antiguo, tampoco. Hace poco, la mujer de Ramon, profesora, descubrió el Clío aparcado junto al instituto en el que trabaja. Ramon sospecha que Emelio lo vendió a otro cliente.

Merche pagó 3.990 euros por un Renault Scenic. Enseguida tuvo problemas y lo devolvió. "Dejé dentro la documentación y la sillita de los niños", subraya. Emelio le entregó a cambio, temporalmente, un Seat Toledo. El Scenic ha desaparecido y el Toledo, con el que Merche circuló, no estaba asegurado y ha sido bloqueado por los Mossos.

Montserrat adquirió para su hija un Fiat Punto, que no pudo llegar a regalarle porque no salió de Mundiauto. El día que fue a pedirle a Emelio que le devolvieran el dinero invertido, fue con su hermana. Esta dejó su Hyundai en la empresa de Emelio para que pasara la ITV. Montserrat se marchó sin el dinero. Y el Hyundai de su hermana, no solo no pasó la ITV, sino que desapareció.

"NOS HA ESTAFADO A TODOS"

"Tuvo una relación con mi hija y es el padre de mi nieto pero este señor no es mi yerno", zanja Roque Navarro, propietario de Mundiauto. El empresario se desmarca completamente de lo sucedido y dice que son "los principales perjudicados" de las estafas de Emelio, dado "el daño a la imagen" que ha causado a una empresa que opera desde 1999. El funcionamiento de Mundiauto es similar al de una "feria" en que el exponen los coches "35 empresas distintas". Emelio fue expulsado "hace uno o dos meses", cuando empezaron a "llegar reclamaciones de los clientes y él ponía excusas". "Lo que ha hecho es para matarlo", zanja.

OLA DE DENUNCIAS

A comienzos de mayo, la comisaría de los Mossos de El Prat comenzó a recibir visitas de ciudadanos que querían presentar una denuncia contra Emelio. El goteo se convirtió en un diluvio y varios de los denunciantes coincidieron en la sede policial por idéntico motivo. Así nació el grupo de whatsapp 'Estafa Emelio'.