La zona costera más rica del noroeste español, y la mayor reserva de Europa de marisco, tiene el fuel llamando a sus puertas. Las autoridades insistieron en que el vertido del Prestige no llegaría al sur de Galicia, pero ya está allí. Los marineros de la ría de Arousa, concentrados entre O Pombeiro y Sálvora, luchan con todo lo que tienen para evitar que el combustible destruya su riqueza. A falta de más medios con los que detener la marea negra, se han visto obligados a usar pequeñas redes o los aparejos de pesca, e incluso sus propias manos.

Y eso que llevan 15 días reclamando medios por si llegaba el fuel a su área, según denunció el patrón mayor de O Grove, Francisco Iglesias, quien calificó la situación de "muy grave, indignante y sobre todo tercermundista". Decenas de barcos y lanchas pugnaban ayer contra el vertido y contra la niebla.

LAS ISLAS CIES

No es la ría de Arousa la única del sur amenazada. Las manchas han llegado a la isla de Ons, según las cofradías de Raxó y Combarro, en la ría de Pontevedra. En la de Vigo también se recogió fuel en dirección a la costa, y más al sur de la ciudad, en Baiona, había una placa de 30 metros de diámetro a cinco millas del litoral.

Lo más preocupante anoche eran las grandes placas de fuel que fueron avistadas a la deriva a una milla de las islas Cíes, uno de los más importantes parques naturales de Galicia. Además, otra gran mancha amenaza el humedal de las dunas de Corrubedo, otra de las áreas protegidas. Mientras, en el Parlamento gallego el conselleiro de Medio Ambiente, Carlos del Alamo, aseguraba que "todos los espacios naturales están a salvo del fuel".

En el norte, la preocupación no era menor. En La Coruña los hidrocarburos seguían llegando a las playas de Riazor, Orzán, Lapas, Bens y O Portiño. Por la tarde se habían retirado 1.500 kilos de fuel, según el ayuntamiento, que desplegó un dispositivo para intentar que los vertidos no alcancen la zona de pesca.

En la costa lucense, los pescadores denunciaron que casi no hay peces y los arrastreros descargaron sus aparejos impregnados de fuel. Las aguas en las que trabajan no están dentro de la previsión de daños de la Xunta, que ayer amplió la prohibición de pesca hacia el sur, incluyendo Aguiño y Ribeira, pero que mantiene la provincia de Lugo fuera del área de riesgo.

TAMBIEN EN EL CANTABRICO

Y eso que en el Cantábrico ya se aprecia el fuel. A la altura de la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera fue avistada una "única y muy pequeña mancha", de unos seis metros cuadrados, de la que se recogieron muestras para su posterior análisis. Todavía no se ha podido confirmar si procede del Prestige.

En Francia, las autoridades temen que el fuel llegue a sus costas. Han apreciado restos de vertidos a 250 kilómetros de su litoral, al norte de Gijón, en Asturias, lo que ha motivado que activen su protocolo de emergencia. Lo más temible para el litoral gallego es que el plan francés prevé el traslado a sus costas de sus dos barcos anticontaminación que operan en Galicia.