La prohibición de los toros en Cataluña ha sido como un revulsivo tanto para el mundo afín al toreo como para los defensores de los animales. Estos últimos, llenos de júbilo, se han apresurado a anunciar que pedirán la prohibición de las corridas allá donde se celebren. Los protaurinos, por su parte, no se quedarán con los brazos cruzados y harán cuanto esté en sus manos para que no se propague el ejemplo. Unos y otros coinciden, no obstante, en que las posibilidades de éxito más allá de las fronteras catalanas son bastante exiguas.

RESTO DE ESPAÑA

Al calor del debate catalán, la sociedad protectora de animales El Refugio ha presentado una petición de abolición en Madrid, pese a que Esperanza Aguirre se ha puesto al frente de la causa taurina al declarar los festejos bien de interés cultural. Dada la mayoría absoluta del PP en esta comunidad y la afición a los toros del líder del PSOE madrileño, Tomás Gómez, es casi imposible que se clausure Las Ventas.

En otras comunidades con una gran tradición por la fiesta taurina, como Andalucía, pasa otro tanto. Pero ¿qué puede ocurrir en autonomías como Galicia, Asturias y Baleares, donde solo se celebran 10 festejos al año? El director gerente de la Mesa del Toro, que agrupa a los principales colectivos vinculados al toreo, Eduardo Martín-Peñato, está convencido de que los proanimales no triunfarán en ninguna comunidad más, aunque admite que en "Baleares hay cierto riesgo". Las corridas fueron abolidas en Canarias por motivos económicos. Era muy caro trasladar los toros bravos hasta allí. Sin embargo, en Baleares hay ganaderías. Según Martín-Peñato, solo cabe la posibilidad de que se destierren los festejos de esta región por motivos nacionalistas.

Incluso la líder del Partido Antitaurino, Mireia Barbeito, reconoce que la presentación de más iniciativas pueden "despertar al dragón", en alusión al lobi taurino. En su opinión, es mejor dedicar los esfuerzos a que la sociedad se decante cada vez más por la tesis antitaurina y acabe pasando lo de Cataluña, donde "los políticos han dado el paso porque tenían respaldo social".

FRANCIA

Empresarios y promotores taurinos no temen un contagio de la prohibición en Francia y se apoyan en una excepción legal que ampara a las regiones del sur donde se celebran corridas. El director de las Arenas de N®mes, Simón Casas, que además es empresario en las plazas de Valencia, Alicante y Castellón, considera que "el legislador francés fue más diplomático que el catalán". "En los años 50 se prohibió en el conjunto del territorio, pero se toleró en 11 departamentos del sur en nombre de la tradición, la cultura y la identidad", recuerda este extorero.

Sobre la iniciativa de una cincuentena de diputados de eliminar estas excepciones, el presidente del Observatorio de Culturas Taurinas de Francia, André Viard, afirma que "las precedentes propuestas no prosperaron porque los parlamentarios entendieron que sería una provocación, y esta será igual".

AMERICA LATINA

La decisión del Parlamento catalán de prohibir las corridas de toros partió en dos a América Latina: de un lado se colocaron toreros y amantes de la cultura taurina, que invocaron la defensa de una tradición centenaria; en el otro bando hubo festejos y esperanzas de que en la región se termine con lo que es observado como una matanza disfrazada de fiesta. Argentina y Uruguay abolieron las corridas hace casi más de un siglo. Y el Tribunal Constitucional de Colombia debe pronunciarse el 4 de agosto sobre incluir las peleas de gallos y las corridas dentro de los delitos previstos por el Estatuto de Protección Animal.