Un año después de la tragedia, los familiares de las víctimas y los supervivientes del accidente del MD-82 de Spanair recordarán hoy a los fallecidos a pocos metros del socavón donde se partió el avión --que aún no ha sido allanado-- y cerca del polémico arroyo donde se ahogaron varios de los viajeros. La asociación que los representa planea impulsar a partir de septiembre la búsqueda de pruebas contra la "desastrosa" gestión que, en su opinión, efectuó AENA tras el accidente, con el fin de presentarlas ante la justicia para que determine si hubo negligencias. De AENA depende el plan de emergencias que se activó el 20 de agosto del 2008 y de Fomento el diseño del aeropuerto, cuestionado varias veces tras el siniestro por no facilitar la llegada de los equipos de socorro.

"La gestión y la comunicación fueron malas. La primera ambulancia tardó 40 minutos en llegar porque no sabía ni cómo ni dónde ir. Algunas llegaron y se tuvieron que dar la vuelta. Fue un auténtico desastre". Así opina el portavoz de la asociación de afectados del vuelo JK-5022, Javier Rodríguez, quien perdió a la hermana de su mujer en el accidente. Rodríguez está convencido de que si los servicios de emergencia hubieran llegado antes no habrían muerto 154 personas. De hecho, los bomberos, los primeros en llegar, rescataron a varios pasajeros con vida que murieron después.

Rodríguez también juzga de "sentido común" que Fomento allane el socavón donde el avión se partió y que entube el arroyo de la Vega, próximo a las pistas. El juez que investiga la tragedia admitió en septiembre una denuncia de un expiloto que da cuenta de las irregularidades de AENA en sus pistas.

LA REVISION El ministro de Fomento, José Blanco, dejó perplejo al sector aeronáutico en mayo al sugerir que en el diseño de Barajas se descuidó la seguridad. Su departamento aclaró que el aeropuerto cumple con la normativa internacional, pero tras el accidente se inició una revisión de los protocolos de seguridad que aún no ha concluido.

El director del aeropuerto madrileño, Miguel Angel Oleaga, admitió ante el juez que investiga la tragedia que "todo es mejorable", en referencia al plan de emergencias. De hecho, citó dos modificaciones necesarias: la reforma de la sala de crisis desde donde se coordina el trabajo y la mejora de las comunicaciones.

Sólo la segunda propuesta se ha puesto en marcha, con la instalación de un teléfono único interno, según admitió el director adjunto de Barajas, José Sanz. Respecto a la ampliación de la sala, las obras se iniciarán "en breve". Sanz confesó que tras el siniestro "todos los que intervenían en la emergencia habrían necesitado zonas con mayores fuentes de información y más separadas del resto". Según él, se hacen frecuentemente simulacros, pero el portavoz de asociación asegura que en la zona del accidente no se ha realizado ninguno, pese a ser de alto riesgo.

LOS GPS Sanz explicó que estudian la instalación de aparatos de GPS en las ambulancias. Varios sanitarios han declarado que el día del accidente tuvieron dificultades para acceder a la zona donde estaban las víctimas porque un trabajador de AENA condujo a un convoy a un lugar diferente al de la tragedia.