Brujas humilladas públicamente, judíos condenados por ser diferentes, moriscos quemados en la hoguera, mandados a galeras o azotados en las calles, luteranos, blasfemos, herejes... Todos ellos personajes aterrorizados por los "´fieles seguidores del nazareno´ y subordinados a la Santa Inquisición de Llerena", forman parte de la historia que se vivió en la región entre los siglos XVI y XVII y que ha estudiado el investigador Fermín Mayorga.

Una parte de esa historia se relata en Los herejes de Mérida , el tercer libro de Fermín Mayorga sobre la Inquisición en Extremadura durante la Edad Moderna. Una historia hasta ahora desconocida según el autor, con la que intenta sorprender e interesar a los extremeños.

"Esto parece muy de película y leyenda negra como siempre se nos ha vendido, pero es una realidad histórica, documentada e inédita en Extremadura", declara a este diario.

Fermín Mayorga compatibiliza su profesión de restaurador con su peculiar hobby de investigador de la Inquisición. Este antiguo alcalde de Cheles (Badajoz), su pueblo natal, lleva una década de sus 45 años de vida dedicada a investigar el tema central de sus libros en el Archivo Histórico Nacional para poder ponerles nombres y apellidos a las 150 personas que aparecen en este documento al ser condenados por manifestar una fe diferente, por ser judaizantes o moriscos.

"Seguro que muchos emeritenses descienden de herejes", manifestó el autor, quien también vaticina que tras la lectura del libro y sus conclusiones, "las preguntas les van a venir en doquier".

Su primer libro, Herejes del Guadiana fronterizo , obtuvo en el 2008 el Premio Hispano-luso José Manuel Sarabia. A éste le siguió ´Los moriscos de Hornachos, crucificados y coronados de espinas´ y tras el que acaba de publicar --se podrá comprar en septiembre por 15 euros--, el próximo año presentará Los herejes de Badajoz .

Con sus libros, Mayorga denuncia los 4.000 condenados que hubo en la región. "No ha habido pueblo en Extremadura que no haya sido marcado de alguna manera por la inquisición", dice.

Critica también a esos "religiosos que salpican la imagen del nazareno", y persigue que no se tergiverse lo que es en realidad la figura de Jesús de Nazaret, "yo soy de los que piensan que si Jesús de Nazaret bajase a la tierra a gran parte de esa iglesia de la época la hubiese echado a latigazos como hizo con los mercaderes del templo".