Una patada de karate en el pecho y cuatro mossos d´esquadra encima de Rubén Pérez Marcos, que horas antes había sido detenido por la policía autonómica. Puñetazos y puntapiés en un rincón y en el suelo de la habitación de cacheos de la comisaría de Les Corts, hasta ser reducido y esposado por los agentes. Eso es lo que puede observarse en el vídeo grabado ese día, 31 de marzo, por una cámara oculta instalada por la división de asuntos internos. Los cuatro agentes que intervienen en la presunta agresión se reconocieron ayer en las imágenes ante la jueza, aunque volvieron a insistir en que utilizaron la mínima fuerza indispensable para reducir al detenido.

En los 12 minutos de vídeo se observa cómo entra en la habitación Rubén Pérez y cuatro mossos, los ahora imputados por un presunto delito contra la integridad moral y supuesta falsedad documental. Algunos agentes llevan guantes. Primero quitan las esposas al arrestado, de cara a la pared. El detenido no para de hablar y le contestan, pero no se oye nada. El vídeo no tiene voz. Cuando le quitan las esposas, el joven pone las manos en la pared. Dos veces, hasta que se gira y gesticula enojado. Habla, se quita la chaqueta y la tira al suelo. Se encara con un agente y le golpea en una mano.

El policía más alejado de él le propina una fuerte patada en el pecho, que lo tira al suelo. En un rincón, puñetazos y patadas. Golpes que duran unos 15 segundos. Tres mossos lo arrastran y lo reducen. Después lo cachean. El cuarto policía se limita a quitarle las zapatillas.

ACTUACION DELICTIVA La jueza que investiga este suceso considera que esta actuación podría ser delictiva y ha imputado a los cuatro mossos y a un quinto que participó en la detención. Tres agentes declararon hace unos días y ayer lo hicieron otros dos (uno que estaba en el calabozo y el otro que procedió al arresto). Falta un mosso, que será citado como imputado de presunta detención ilegal. "Lo que está claro es que es una brutal agresión", explicó el abogado de la acusación, Raúl Huertas. El defensor, Carles Monguilot, insistía en que usaron la fuerza imprescindible para reducir al detenido.

El director general de los Mossos d´´Esquadra, Rafael Olmos, afirmó ayer que la actuación de los agentes imputados es "extremadamente puntual" en un cuerpo con un comportamiento "modélico". Según el responsable de la policía autonómica, la división de asuntos internos "visionó centenares y centenares de horas de grabación" de las cámaras ocultas y únicamente se detectaron dos casos de agresiones, la de estos cuatro mossos y la de una agente que abofeteó a Elena P. V., cuando estaba esposada.