La videoconsola Nintendo DS es famosa por los cándidos juegos que ofrece --mascotas virtuales para niños, agudeza visual para adultos o clásicos como el Super Mario para todos los públicos--; es, de algún modo, un artilugio de aire virginal, sin pecado, alejado de la sangre que caracteriza a algunos programas de competidores como la Playstation de Sony, así que la noticia de que se disponía a comercializar un juego sobre un asunto tan poco inocente como el modo en que los nazis torturaban a los niños supuso una sorpresa. El anuncio lo hizo el mes pasado el diseñador del programa, un británico de 21 años llamado Luc Bernard, y creó ese tipo de acaloradas discusiones sobre los límites de la creación que hasta ahora habían sido coto exclusivo del cine, la televisión y la literatura. La polémica fue ayer zanjada en parte por la propia empresa, Nintendo, que anunció que no piensa lanzar el juego al mercado norteamericano. Por el momento.

Ilustrado de forma macabra y producido por Alten8, una pequeña compañía que desarrolla juegos para Nintendo, Imagination is the only scape (La imaginación es la única salida) permite ponerse en la piel de un niño judío que vive en la Francia ocupada y solo puede escapar de los horrores que le rodean a través de un mundo de fantasía que él ha creado. Algunos, como la portavoz de la Liga Antidifamación de Estados Unidos, Myrna Shinbaum, creen que puede ser "una buena herramienta para enseñar acerca del Holocausto", pero a lo largo del difuso mundo de los foros en la red el veredicto ha sido casi unánime. "Es un concepto repugnante. Hay gente que no tiene ninguna vergüenza", ha dejado escrito un usuario.