Las autoridades de Australia elevaron hoy al máximo la alerta de los incendios, que han causado 181 muertos, después de que el viento reavivara el fuego en áreas del sureño estado de Victoria.

Varios rescoldos arrastrados por el viento avivaron un incendio prácticamente extinto en la zona de la localidad de Healsville, a unos 60 kilómetros al nordeste de Melbourne, y la corriente también reanimó otros fuegos que los bomberos consideraban bajo control.

La jornada de hoy fue un trabajo a contrarreloj para impedir que las llamas volviesen a poner a Victoria contra la pared, como ocurrió el pasado fin de semana.

Unos veinte camiones de agua, cien bomberos y un helicóptero acometieron el frente conocido como Maroondah-Yarra, que el sábado pasado arrasó el pueblo de Marysville, y lograron someter las llamas, aunque advirtieron de la posibilidad de volver a perder el control sobre este y otros fuegos que arden en el área.

Marysville está considerada "zona cero" y las autoridades creen que hasta 100 de los 516 habitantes del lugar han muerto, aunque hasta la fecha solo se han encontrado 15 cadáveres. Otros grupos de bomberos trabajaron en líneas de contención en 21 frentes de incendio activos.

Preocupa particularmente al gobierno regional que la catástrofe medioambiental pueda afectar a las cuencas que abastecen de agua a Melbourne, la capital del estado. Los 4.000 bomberos y voluntarios que participan en las operaciones de extinción, con la ayuda logística del Ejército, disponen de poco tiempo para hacerse con la situación, porque los meteorólogos han pronosticado un aumento de las temperaturas durante el fin de semana; el lunes, tormentas eléctricas; y el miércoles, rolará el viento.

"Estamos a principios de febrero, no hay duda de que aún no hemos llegado al final (del túnel)", dijo el portavoz de los bomberos, Anthony Spargo, quien, como otros expertos, calculó que los incendios durarán la menos dos semanas más.

Este fin de semana llegará la esperada ayuda internacional con un equipo de 50 bomberos y cuatro perros policía entrenados para la localización de cadáveres de Nueva Zelanda. Otro grupo de forenses indonesio salió hoy de Yakarta para colaborar en las tareas de identificación de cadáveres, y el domingo se esperan 60 especialistas de Estados Unidos.

La lista de muertos no se mueve desde el miércoles de 181, pero continúan desaparecidas unas 50 personas, mientras que los desplazados ascienden a 7.000, las casas destruidas 1.800 y más de 3.000 kilómetros cuadrados de terreno quemados.

El líder del gobierno de Victoria, John Brumby, dijo hoy que algunas cifras son provisionales porque en la cifra de desplazados están incluidos los que perdieron sus casas, los evacuados porque su población se encuentra amenazada y los que todavía no pueden regresar mientras no concluya la investigación policial.

La Policía sospecha que al menos dos incendios fueron provocados: el que arrasó Marysville el sábado pasado y hoy acampaba frente a Healsville y el que nació en Churchill, al sureste de Melbourne.

Otro detenido

Los cuerpos de seguridad detuvieron hoy a una persona y después la acusaron en el Tribunal de Magistratura de Morwell, en el sureste de Melbourne, del incendio de Churchill, que mató a 21 personas. Los cargos que presentó la fiscalía fueron iniciar un fuego que causó muertes, incendio forestal y posesión de pornografía infantil.

El sujeto, que según el diario "The Age", es vecino de Morwell y tiene 39 años, fue trasladado a Melbourne por razones de seguridad y comparecerá la semana próxima en los juzgados de esa ciudad.

Los incendios en Victoria comenzaron el 7 de febrero, cuando el sur de Australia llevaba dos semanas con una ola de calor sin precedentes.