Recogió en mano la sentencia que le condena a 26 años de prisión, por violación e intento de homicidio, entre otros delitos, y se fue a su casa. Tomás Pardo, de 28 años, el violador que fue liberado por un error que impidió solicitar a tiempo la prórroga de la prisión preventiva, fue condenado ayer por una retahíla de delitos cometidos contra dos mujeres en las localidades de Abrera y Martorell el 31 de octubre. A día de hoy, Pardo continúa en libertad porque la sentencia de la Audiencia no es firme hasta que se pronuncie el Tribunal Supremo.

Fuentes judiciales confirmaron que la defensa de Tomás Pardo recurrirá contra la sentencia. Mientras, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC), José María Mena, dio la orden de solicitar el ingreso en prisión sin esperar a la resolución del recurso.

También insistieron en destacar que el hecho de que la fiscalía pida el ingreso no significa necesariamente que éste se produzca. El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona que ha impuesto la condena tiene la última palabra.

Los pasos a seguir a partir de ahora pasan por trasladar a la defensa la petición de la fiscalía y convocar a las distintas partes, trámite conocido como vistilla, para que cada uno se pronuncie sobre la idoneidad del ingreso. Luego el tribunal deberá dictar su resolución al respecto. Todo el proceso se traduce en tantos días de libertad para Pardo como días tarden decidir.

Si la sala no decide encarcelarlo, la media de tiempo de espera de la resolución de los recursos del Supremo no está por debajo de los seis meses. O, lo que es igual, medio año más de libertad para Pardo.