Ni un mes tardó Alejandro Martínez Singul, el denominado segundo violador del Eixample, en cometer un delito sexual. No fue en España, sino en Francia, país al que se trasladó en mayo del 2007 tras abandonar la prisión. Solo permaneció 16 años entre rejas de los 65 años de cárcel que se le impuso por agredir sexualmente a 15 menores a finales de los 80. La Audiencia Nacional deberá decidir ahora, después de su detención el lunes por la tarde, si lo entrega o no a las autoridades francesas.

El fiscal jefe Perpinyà, Jean Pierre Dreno, aseguró ayer a EL PERIODICO que Martínez Singul fue condenado a un año de prisión por un delito de exhibición sexual, tal y como establece la ley francesa, pero que en España se considera agresión sexual. Cometió el delito a las pocas semanas de salir de la cárcel en la población francesa de Taurinya, cerca de Prada. Según fuentes judiciales españolas y francesas, enseñó en un lavabo público su sexo en erección a una niña de 8 años. También le pidió que le acariciara el miembro.

IDENTIFICADO CON UNA FOTO La menor gritó y salió corriendo a buscar a su padre, que denunció lo sucedido. Martínez Singul huyó, pero la niña le reconoció en una fotografía facilitada por los Mossos d´Esquadra a la policía francesa. Fue juzgado en su ausencia y condenado a un año de prisión, por lo que se cursó una orden europea de arresto. El acusado había abandonado precipitadamente Francia en dirección a España. El violador se trasladó a vivir a Cardedeu (Barcelona), donde el lunes fue detenido por los Mossos d´Esquadra en cumplimiento de una orden de detención europea tutelada por la Fiscalía de Cataluña.

A partir de ahora, "si Martínez Singul está conforme con la condena impuesta por la justicia francesa, puede cumplirla, si lo desea, en España. Si no está de acuerdo, será transferido a Francia para ser juzgado de nuevo en su presencia", explicó el fiscal jefe.