Dos nuevas muertes de mujeres por violencia doméstica, las dos primeras de octubre, se produjeron ayer en Sevilla y Valencia, elevando a 52 la cifra de fallecidas por este motivo en lo que va de año.

En Herrera (Sevilla), un hombre mató con una escopeta a su compañera y luego se entregó a la Guardia Civil, que lo detuvo y puso a disposición judicial, dijeron fuentes judiciales.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 12.30 horas, cuando, el presunto homicida, M.M.G., de 61 años, disparó tres tiros de escopeta en su domicilio, a su pareja, M.T.R.P., de 55 años, con la que tenía dos hijos en común y sobre la que tenía una orden de alejamiento.

El agresor, que vivía en el número 24 de la calle de Platería, donde ocurrieron los hechos, se entregó diez minutos después en las dependencias de la Guardia Civil de Herrera, donde manifestó que iba a entregarse porque acababa de matar a su compañera.

Aunque un juez había dictado orden de alejamiento, en el seguimiento de la misma la Guardia Civil observó que se veían, y tras recordarles la prohibición que él tenía de acercarse a menos de cien metros de la víctima, ambos les contestaron que se tenían que ver.

MUERTE EN VALENCIA En Valencia, una mujer ecuatoriana fue hallada muerta en su vivienda, degollada supuestamente por el hombre con quien compartía piso y con quien mantenía una relación sentimental, según la Delegación del Gobierno.

La Delegación del Gobierno ha confirmado también que el detenido, de 26 años, es de nacionalidad marroquí y permanece detenido tras haberse entregado en la comisaría de la calle de Sarrión.

Según las primeras investigaciones, el suceso ocurrió en torno a las dos y media de la tarde en la puerta 6 del número 5 de la calle del Duque de Mandas, cuando por causas aún desconocidas el ahora detenido agredió con un arma blanca a la mujer, de 41 años y con quien convivía.

En Reus, la Guardia Urbana detuvo a un vecino como presunto autor de un delito de maltratos después de agredir en plena calle a tres mujeres.