El director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Manuel Oñorbe, confirmó ayer la entrada del virus de la gripe en todas las CCAA españolas y que hay ya una "alta incidencia" por encima de los 250 casos por cada 100.000 habitantes.

En declaraciones a Efe, Oñorbe dijo que los datos recogidos por el Ministerio de Sanidad, a falta sólo de algunas comunidades, indican que ya "estamos en plena temporada de gripe".

Por ahora, Castilla-La Mancha es la comunidad con mayor número de infectados con 416 casos por 100.000 habitantes, seguida del País Vasco y de las más bajas está Baleares, con una incidencia de menos de 50 casos por 100.000 habitantes. Destaca también Madrid con 291 casos por 100.000 habitantes.

No obstante, indicó que el virus no conoce fronteras y que en las comunidades con menos afectados el número de personas que se van a infectar en esta temporada subirá.

El virus circulante, que es no es "especialmente virulento", es del grupo A, en su mayoría del HTN-2, y las cepas se conocerán mejor en los próximo días, al igual que los datos de incidencia en todas las comunidades.

La temporada de la gripe pasada se adelantó a los meses de noviembre y diciembre, y fue en general más baja que este año, en que el pico de incidencia comenzó en los primeros días de enero.

ALGUNOS CONSEJOS El director de Salud Pública insistió en algunas de las recomendaciones, como son el que la población más anciana y con enfermedades crónicas tenga especial cuidado, el no tratarse con antibióticos si no lo receta el médico y recordar que no todos los catarros e infecciones que se cogen en estas fechas son gripe.

La gripe es un proceso infeccioso que dura entre cuatro y seis días y que cursa con fiebre, malestar general y decaimiento, que debe ser tratado en su mayoría con fármacos para aliviar los síntomas, con la ingesta abundante de líquidos y con reposo en cama.

En el caso de Barcelona, el incremento de los casos de gripe y afecciones respiratorias en la población ha aumentado en un 20% el número de defunciones en la provincia, según datos proporcionados por los tanatorios. Los servicios funerarios han constatado un considerable crecimiento de la actividad, si bien aseguran que todavía no están "desbordados".