Unos 4.000 laboratorios de 18 países trabajan para destruir muestras de una cepa del virus de la gripe por indicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo lanzó la alerta tras comprobar que esos laboratorios habían recibido, entre las muestras con las que comprueban su eficiencia, H2N2, el virus que causó la gripe asiática, una pandemia que provocó en 1957 y 1958 la muerte de entre uno y cuatro millones de personas.

La OMS asegura que el riesgo de contagio es bajo, incluso entre los trabajadores de los laboratorios. Fue en marzo cuando la Agencia de Salud Pública de Canadá detectó que un laboratorio local había identificado el virus H2N2, que tras la pandemia de 1957 causó epidemias anuales hasta 1968. Ese año se desvaneció tras la aparición del H3N2 --responsable de la siguiente y última pandemia--. Por eso dejó de usarse en las vacunas, y por eso ahora los nacidos tras 1968 son susceptibles de contagio.

En Canadá se comprobó que las muestras de H2N2 las había enviado desde Ohio Meridian Bioscience Inc. Esta empresa estaba subcontratada por el Colegio de Patólogos Americanos, organización que provee muestras a los laboratorios. Más investigación confirmó que muestras de esa cepa se habían enviado a 3.747 laboratorios en 18 países, las primeras en octubre y por última vez en febrero de este año.

La OMS ha contactado con los ministerios de Salud de esos países para asegurarse de que se destruyen las muestras. Y aunque domina la calma recomienda que se revisen los procedimientos de bioseguridad en el uso de virus de gripe.