Son las diez de la noche del 27 de agosto del 2005. Cabrero entero, 420 habitantes, recibe casi como a estrellas a los ocho miembros de Mansaborá Folk. Los jóvenes del pueblo, a 23 kilómetros de Plasencia, quieren crear su propio grupo y han invitado al conjunto cacereño para que les expliquen cómo hacerlo. Tras la teoría, ofrecen una clase práctica sobre el escenario.

Los chicos de Mansaborá Folk no es que sean los que más saben, es que son de esos grupos atípicos que ha dado la región --tres o cuatro-- que se aventuran en el folclore, aunque sea mezclado con instrumentos menos tradicionales como es el caso. Mansaborá Folk cumple este mes un año de vida, contado desde que hicieron su primera aparición pública en la subida de la patrona de Cáceres en el 2005 --este año, tampoco han faltado a la cita--. Desde entonces, han sumado kilómetros, pueblos y actuaciones, 21 en total.

Al mes de presentarse, lamentaban que nadie les contratara, "ni una llamada", recuerda Emiliano Gómez (guitarra acústica y voz). Desde agosto casi no han parado, "es excesivo", reconoce Antonio Muriel (voz y percusión), y eso que no pueden atender muchas de las peticiones por la jornada laboral de cada uno.

Panorama sombrío

El conjunto lo integran un jefe de mantenimiento de hotel, una ama de casa, un cartero, tres maestros --dos de música--, un opositor y una administrativa. "No aspiramos a dedicarnos profesionalmente a esto, simplemente nos divertimos", apunta Montaña Sánchez (voz y percusión). Además, vivir de esto "sería casi imposible", añade Gómez. Al menos en Extremadura, donde "el folk no tira para adelante porque no le interesa a los jóvenes y sólo tiene más público en el norte, de Plasencia hacia arriba". Lamentan, por ejemplo, que en la feria de Cáceres, la caseta municipal programe flamenco y olvide el folclore regional.

El grupo lo completan: Juan José Carrero (laúd y mandolina), Mayte Cordero (voz y percusiones), Isaac Holgado (acordeón y bajo acústico, además del primer maestro de música invidente), Eva Morales (flauta travesera) y Rubén Núñez (guitarra española y voz). Todos proceden de otros grupos folclóricos y con años de dedicación a sus espaldas.

Dos días a la semana ensayan en la casa de cultura Rodríguez Moñino. Ahora preparan el nuevo repertorio (16 canciones), al que han añadido algunas novedades: 1229 , una canción instrumental compuesta por Isaac Holgado sobre la batalla de la reconquista y dos temas sefardís de Hervás, Dinidaina y Dai de senar , para las que han incorporado el sonido del yembé y del darbuka.

Sus metas no son ambiciosas: grabar un disco, hacerse un hueco en el panorama del folk dentro y fuera de la región y actuar en el festival anual de Plasencia. Van camino de alcanzarlas.