En la caja de recambios que es el mundo de la moda, la supermodelo Naomi Campbell acaba de hacerse con el puesto de la intrusa Jennifer López. La casa Louis Vuitton, la de los juegos de maletas de precios casi inmobiliarios, prescinde en su campaña de primavera de los servicios de la estrella del Bronx. En su 150º aniversario, la firma ha dicho que vuelve el lujo. El de Dinastía. Y que, sobre todo, vuelven las tops.

El tema de la campaña, la reina Cleopatra, ya es todo un manifiesto de propósitos. Y al diseñador de la firma, Marc Jacobs, se le escapaba días atrás la risa por debajo de la nariz. "¿Es divertido, ¿verdad?", se reía en el diario británico The Guardian.

En octubre, voló con los fotógrafos Mert Alas y Marcus Piggot al desierto de Dubai --qué apropiado-- con un muestrario de modelos de ayer y hoy. Porque en su incursión arábica, Naomi Campbell no hundía sus tacones por las dunas en soledad. En tal tesitura también se encontraron sus colegas Kate Moss (ambas en la foto), Amber Valletta, Angela Lindvall, Liya Kebede y Karen Elson. Las fotos aún no han llegado a España.

"Necesitábamos seis chicas diferentes", explicó el ideólogo Jacobs. Y, en un momento en que Chanel acaba de contratar a Nicole Kidman y Givenchy a Liv Tyler, Vuitton ha sacado del armario a las tops.

"Podíamos haber contratado a seis celebridades, pero habríamos tenido una pesadilla logística", admitió Jacobs.