Michael Winterbottom abrió la ronda de competición de la Berlinale con In this world , un ejercicio de autenticidad sobre refugiados afganos en fuga, que contrastó con un thriller de Alan Parker sobre la pena de muerte y una virtuosa filigrana sobre el nacimiento de la gran China, obra de Zhang Yimou. La odisea dos muchachos que huyen de la miseria del campamento de refugiados paquistaní de Peshawar en dirección a Londres, rodada en formato documental, recordó al Festival de Cine de Berlín que no todo lo que se ve en una pantalla es ficción, aunque detrás tenga un guión.

In this world es una historia "cosida" a partir del testimonio de cientos de personas, personajes anónimos del millón de refugiados concentrados en Peshawar desde octubre de 2001, cuando empezaron los bombardeos estadounidenses contra el Afganistán talibán. Jamal y Enayat dejan atrás esa realidad, rumbo a Europa, sin papeles.

En otra órbita, muy distinta al documental ajeno a toda floritura técnica de Winterbottom, se sitúa Ying Xiong -traducido como Hero en inglés-, la última lección de maestría de Zhang Yimou. Se trata de narrar una leyenda remota, de los tiempos de la China dividida en estados antagónicos en permanente y sangrienta batalla. Sobre este relato, Zhang monta un espectáculo bellísimo de luchadores voladores e impresionantes juegos cromáticos, con la técnica digital como aliado de sus legiones de soldados.

El tercer filme en liza en esta primera jornada a competición era el esperado La vida de David Gale , de Alan Parker, con Kevin Spacey, Kate Winslet y Lara Linney. Parker traza un alegato contra la pena de muerte, apuntalado en los errores judiciales y las condenas a inocentes.