El portal de vídeos más popular de toda la red, Youtube, puede dejar de ser pronto ese espacio en el que la mayor parte del contenido está formada por secuencias caseras de perros en monopatín, gatos con gafas de sol o bebés bailando y sonriendo. La web, propiedad de Google, quiere ofrecer todo tipo de películas, tanto antiguas como novedades, y lleva meses negociando con las productoras cinematográficas más importantes --Lions Gate Entertainment, Sony, Metro-Goldwyn-Mayer y Time Warner-- para llegar a un acuerdo. Ambas partes lo reconocieron ayer, lo que quiere decir que el pacto, tras años de celos y desencuentros está cerca. Es probable que el nuevo sistema haga que Youtube, con 100 millones de usuarios únicos, deje de ser una página tan popular como ruinosa.