El buen tiempo y la óptima marcha de la economía son las principales causas de los enormes atascos registrados en las carreteras españolas en estos días, puente festivo en varias comunidades autónomas. Ese fue el diagnóstico que ayer formuló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien prometió redoblar esfuerzos para evitarlos.

En la primera jornada de su visita a León, Zapatero esgrimió los datos de la alta ocupación hotelera en la Comunidad Valenciana y Andalucía para concluir que muchos españoles, "han podido en este puente tener un tiempo de descanso". "El Gobierno lamenta que los ciudadanos pierdan en las carreteras horas de su derecho al descanso", declaró, para añadir que las buenas expectativas de desarrollo económico deben ir acompañadas de una mejora de las infraestructuras como la que ya tiene en cartera el Ejecutivo.

El presidente desvinculó estos embotellamientos de los registrados durante las nevadas de la pasada Navidad, cuando la descoordinación administrativa bloqueó a miles de automovilistas. Y, aunque prometió mejorar la red viaria, reconoció que ante "éxodos masivos" como el de estos días, hay poco que hacer.

Por su parte, el secretario general del PP, Angel Acebes, acusó al Gobierno de "falta de previsión e incompetencia". En respuesta a Acebes, el director general de Tráfico, Pere Navarro, aseguró que era "la persona con menos autoridad moral para quejarse" ya que "nunca se preocupó del tráfico" cuando era ministro de Interior. También cifró en 360.000 los coches que salieron de Madrid entre ayer y el viernes y consideró "inevitables en fechas como éstas" los atascos en la capital.

El puente ha provocado las mayores retenciones en lo que va de año, atascos que se concentraron en las vías de salida de Madrid, donde el viernes se tardó entre dos y tres horas para salir por cualquier autovía y hasta cuatro en el caso de la A-3.