El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió ayer a comprometerse con una fecha. Pero no fue sobre el calendario del tan deseado restablecimiento del servicio de Cercanías. El jefe del Ejecutivo fijó el final de esta legislatura para que el AVE llegue a Sants. Zapatero, durante una comparecencia en el Congreso, obvió que la constructora del tramo conflictivo de Bellvitge, OHL, ya les avisó hace más de dos semanas que hasta el mes de abril no podría acabar los trabajos. Se olvidó de que las elecciones serán los primeros días de marzo por lo que, desde ayer, se ha vuelto a poner en marcha el reloj y quedan cuatro meses para que, si se cumple su promesa, tenga que entrar la alta velocidad en Barcelona.

Una vez más, los usuarios de las líneas C2 sur, C10 y C7 que llevan 11 días sufriendo las consecuencias del parón de Cercanías se quedaron sin saber hasta cuándo viajarán en autobús. El presidente volvió a escudarse en la seguridad de los viajeros y de los trabajadores para advertir que no reanudarán el servicio hasta que no se cumplan las condiciones para hacerlo. Pero evitó decir cuándo será eso. Solo en tercer lugar, se reiniciarán las obras en los 2,6 kilómetros entre Bellvitge y el Polígono Gornal y se acabarán las obras del AVE.

"No hay prisa", constató Rodríguez Zapatero en su intervención. "Ha habido un retraso histórico en la alta velocidad que vamos a enmendar para que llegue en esta legislatura", se comprometió. No obstante, en respuesta a una pregunta del jefe del PP, Mariano Rajoy, en la sesión de control al Gobierno, el presidente se brindó a eliminar las inauguraciones oficiales del AVE en Barcelona, Málaga y Valladolid. "¿Qué quiere? ¿Qué no se inaugure? Pues no se inaugurará. Se pondrá en servicio, que es lo que quieren los ciudadanos", retó Zapatero a Rajoy, que en el debate afeó a los miembros del PP que al final de su mandato hiciesen inauguraciones en plena campaña electoral.

34 ESCRITOS A OHL El presidente volvió a recordar que el corredor ferroviario por donde discurre el AVE en su paso hacia Sants es muy estrecho, a 4 o 5 metros de las vías de Cercanías. Después de negar que el Gobierno se planteara la rescisión del contrato a OHL y loar su prestigio como constructora, el jefe del Ejecutivo reveló que Fomento envió hasta 34 escritos a la compañía en los que la instaba a "reconducir" la construcción en el tramo donde el día 20 se paralizaron los trabajos por los socavones.