Pese a que todavía le quedan algunos compromisos de trabajo que cumplir, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya empieza a pensar en las vacaciones de verano. Zapatero, que llegará a la isla de Lanzarote el próximo martes, desveló ayer en el Senado que parte del tiempo de descanso lo dedicará a leer y explicó que se llevará siete libros a La Mareta, la residencia de Patrimonio Nacional situada en la costa Teguise y en la que espera pasar unas tres semanas de descanso junto a su familia.

Zapatero no quiso entrar en demasiados detalles y no dio datos sobre los autores o los temas de los libros que piensa leer. Con una sonrisa, el presidente comentó a los periodistas que no quería dar pistas sobre los asuntos en los que está trabajando, pero reconoció que algunos libros tratan de política exterior.

El jefe del Ejecutivo explicó que llegará a Canarias el martes, donde se reunirá con su mujer, Sonsoles Espinosa, y sus hijas. Mientras, en Lanzarote, hace días que todo está listo para la llegada del presidente. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía controlan los puertos, aeropuertos, hoteles, apartamentos e, incluso, agencias de alquiler de coches.

La residencia de La Mareta, regalo del rey Hussein de Jordania a Juan Carlos y perteneciente al Patrimonio del Estado, ha albergado muchas veces a la familia real. Allí, por ejemplo, murió la madre del Rey en las Navidades del 2000, rodeada de su familia. La casa cuenta con canchas deportivas, piscina, un helipuerto y acceso directo al mar, y agentes llegados de la península la vigilan desde hace semanas. Se espera que mañana empiece a llegar, además, una unidad especial de la Guardia Civil.

FOLCLORE ESTIVAL Juan Carlos y Sofía empezaron el miércoles por la noche con una inmersión de folclore sus tres días de tour por el archipiélago de las Azores. Los Reyes estuvieron en la fiesta popular más antigua de las islas, la tourada da corda , una especie de sanfermines en los que los astados persiguen a los jóvenes hasta cierto punto: van atados con cuerdas. A tenor del calibre de la risotada de Sofía, los Reyes lo están pasando en grande.

NUEVO PEDIGRI Los Muñoz-Pantoja han instalado su particular estilo en Marbella. Al ver a la prensa, Muñoz se llevó la mano a la bragueta; Pantoja empezó con sus golpes de melena, y Francisco, antes Paquirrín, siguió con su gorra del revés, pitillo y su camiseta butano.